Análisis que ha llevado a cabo Javier García de la Torre, Director de Binance España y Portugal, en el que examina la manera en la que estos cambios pueden llegar a influir en el mercado de los criptoactivos.
Esperamos que los recortes de tipos previstos tengan un impacto considerable en los precios de los activos digitales. Unos tipos de interés más bajos aumentan la liquidez en el sistema financiero, impulsando la demanda de activos de mayor rendimiento y riesgo, incluidas las criptomonedas. Por ejemplo, BTC experimentó un aumento del 375% entre febrero de 2020 y febrero de 2022 cuando los tipos estaban cerca de cero.
Además, unos tipos más bajos pueden avivar los temores inflacionistas -, lo que lleva a algunos inversores a recurrir a las criptodivisas para proteger su poder adquisitivo - y debilitar el dólar estadounidense, lo que hace probable que más inversores consideren los activos digitales como una reserva de valor alternativa.
El Bitcoin y otros activos digitales presentan características únicas que podrían condicionar sus perspectivas en un contexto de recortes de tipos. Un factor clave a tener en cuenta es la reciente reducción a la mitad del Bitcoin (“halving”), un acontecimiento que históricamente provoca subidas de precios entre 6 y 18 meses después. La presencia ahora de ETFs al contado también podría facilitar las transiciones entre la renta variable y las criptomonedas, permitiendo que el aumento de liquidez derivado de los recortes de tipos fluya hacia los cripto mercados. Además, aunque septiembre suele ser un mes históricamente débil para los activos digitales, los precios suelen repuntar a partir de octubre, y los recortes de tipos previstos podrían proporcionar un impulso adicional a medida que los precios repunten.
Los efectos de los recortes de tipos de la Fed en el mercado de activos digitales son desconocidos, pero varios indicadores sugieren que los cambios de política en septiembre podrían ser oportunos para los inversores de criptomonedas. La reducción de los costes de los préstamos y el aumento de la liquidez ofrecen un panorama prometedor para los activos digitales. Las tendencias históricas y los factores únicos específicos de las criptomonedas refuerzan aún más el optimismo de que estos cambios de política podrían catalizar el crecimiento.