Aspectos clave

  • Las bicicletas financieras consisten en aprovechar la diferencia en las tasas de interés entre dos monedas o instrumentos financieros. 

  • La idea es pedir un préstamo en una moneda con una tasa de interés baja e invertir en un producto con una tasa de interés más alta. Si el tipo de cambio es el que se espera, ganas lo que se conoce como "carry" (la ganancia por la diferencia de las tasas).

  • Si bien esta estrategia puede ser rentable, los cambios inesperados en los valores de las monedas o las tasas de interés pueden convertir rápidamente una buena operación en una mala. La crisis financiera de 2008 y los cambios en la política monetaria de Japón en 2024 son ejemplos de cómo estas operaciones pueden salir mal.

  • Las bicicletas financieras a menudo requieren gran conocimiento de los mercados globales, las decisiones del banco central y cómo gestionar el apalancamiento de manera eficaz. Por ende, son más adecuadas para inversores experimentados o grandes instituciones.

¿Qué es una bicicleta financiera?

Una bicicleta financiera o "Carry Trade" es una estrategia que consiste en pedir prestado dinero a una tasa de interés baja para invertirlo en una moneda o activo que ofrezca rendimientos más altos. El objetivo es simple: busca sacarle provecho a la diferencia entre las tasas de interés. 

Si bien esta estrategia se usa principalmente en el mercado cambiario y el trading de divisas, también puede aplicarse a acciones, bonos e incluso materias primas.

Cómo funcionan las bicicletas financieras

El procedimiento suele ser el siguiente: se pide un préstamo en una moneda que tiene tasas de interés bajas o casi nulas, como el yen japonés (JPY), que tuvo tasas bajas durante años. Luego, se convierte ese dinero en una moneda con una tasa de interés superior, como el dólar estadounidense. Una vez que se tiene la moneda de mayor rendimiento, se invierte en un producto, por ejemplo, bonos del Tesoro de los Estados Unidos u otros activos que den una buena rentabilidad.

Por ejemplo, si pides un préstamo de yenes al 0% y los inviertes en algún producto que pague un 5.5%, ganas ese 5.5%, menos las comisiones o costos correspondientes. Es como convertir dinero barato en más dinero (siempre y cuando las tasas de cambio sean convenientes).

Por qué los inversores utilizan la técnica de bicicleta financiera

La bicicleta financiera es una estrategia bastante conocida porque ofrece una forma de obtener un rendimiento constante de la diferencia entre las tasas de interés, sin necesidad de que aumente el valor de la inversión. Es por esto que es una de las más elegidas entre los grandes actores, como los fondos de cobertura e inversores institucionales, que cuentan con las herramientas y los conocimientos necesarios para gestionar los riesgos.

A menudo, los inversores utilizan apalancamiento en operaciones de bicicleta financiera, es decir, piden prestado mucho más dinero del que realmente tienen. Esto puede hacer que las ganancias sean mucho mayores, pero también significa que las pérdidas pueden ser igual de grandes si las cosas no salen según lo planeado.

Ejemplos de operaciones de bicicleta financiera

Uno de los ejemplos más conocidos es la estrategia clásica del yen-dólar. Durante años, los inversores solicitaron préstamos en yenes japoneses para invertirlos en activos estadounidenses que ofrecían una rentabilidad mucho mayor. Se trataba de un buen negocio siempre que la diferencia entre las tasas de interés se mantuviera favorable y el yen no subiera repentinamente de valor frente al dólar, lo que finalmente ocurrió en julio de 2024 (se detalla más adelante).

Otro ejemplo popular tiene que ver con los mercados emergentes. En este caso, los inversores piden préstamos en una moneda con intereses bajos y luego invierten en monedas o bonos de mercados emergentes de mayor rendimiento. Las ganancias potenciales pueden ser excelentes, pero estas operaciones son muy sensibles a las condiciones del mercado global y a los cambios en el sentimiento de los inversores. Si las cosas van mal, pueden pasar rápidamente de ser rentables a ser un problema.

Riesgos de las operaciones de bicicleta financiera

Como ocurre con cualquier estrategia de inversión, las operaciones de bicicleta financiera no están exentas de riesgos. El mayor de ellos es el riesgo cambiario. Si la moneda que tomaste prestada de repente se vuelve más valiosa en comparación con la moneda en la que invertiste, puedes perder todas tus ganancias e incluso incurrir pérdidas cuando vuelvas a convertirla. 

Por ejemplo, si pides prestado JPY para comprar USD y el yen se fortalece frente al dólar, podrías perder dinero al cambiarlos nuevamente por yen. Las fluctuaciones en las tasas de interés son otro riesgo. Si el banco central de la moneda que tomaste prestada aumenta las tasas de interés, tus costos del préstamo aumentan y se reducen las ganancias. O bien, si el banco de la moneda en la que invertiste recorta las tasas, tus rendimientos disminuyen.

Estos riesgos se hicieron muy reales durante la crisis financiera de 2008; varios inversores perdieron mucho dinero en operaciones de este tipo, especialmente aquellas con yen. En 2024, debido a los cambios en la política monetaria de Japón, el yen aumentó su valor y provocó una ola de operaciones de bicicleta financiera e inestabilidad en el mercado.

El impacto de las condiciones del mercado

Las operaciones de bicicleta financiera funcionan mejor cuando el mercado está tranquilo y es optimista. En estas condiciones estables o alcistas, las monedas y las tasas de interés no fluctúan demasiado y los inversores están más dispuestos a asumir riesgos. 

No obstante, cuando el mercado se vuelve inestable o hay incertidumbre económica, este tipo de operaciones pueden volverse muy arriesgadas, muy rápido. En mercados altamente apalancados y volátiles, los inversores pueden entrar en pánico y comenzar a liquidar sus posiciones de bicicleta financiera, lo que puede provocar grandes oscilaciones en los precios de las monedas e incluso provocar una inestabilidad financiera global.

Cuando el Banco de Japón subió las tasas de interés de forma inesperada en julio de 2024, el valor del yen se disparó y muchos inversores cerraron rápidamente las operaciones de bicicleta financiera en yenes. El resultado fue una avalancha por vender activos de mayor riesgo para amortizar los préstamos en yenes, lo que no solo sacudió los mercados de divisas, sino que también provocó una venta masiva de inversiones de mayor riesgo a nivel mundial. El impacto se vio amplificado por las posiciones apalancadas.

Conclusiones

Las operaciones de bicicleta financiera pueden ser una forma interesante de beneficiarse de las diferencias en las tasas de interés entre monedas o activos. Aun así, es importante tener en cuenta los riesgos, especialmente en mercados altamente apalancados y volátiles.

Para tener éxito con este tipo de operaciones, es necesario conocer en profundidad los mercados globales, los movimientos de divisas y las tendencias de las tasas de interés. Dado que pueden volverse en tu contra si el mercado cambia inesperadamente, las operaciones de bicicleta financiera son más adecuadas para inversores experimentados o instituciones que cuentan con los recursos para gestionar los riesgos de manera eficaz.

Lecturas adicionales

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