⁠¿Puede la Web3 competir con la Web2?

Web3 reta a Web2 con descentralización y transparencia. Su triunfo requiere adopción global y nueva mentalidad. Coexistencia es posible.

Cuando una nueva tecnología desafía a una establecida, la narrativa es fundamental. Prometer un futuro mejor puede captar la atención inicial, pero no garantiza el éxito. La adopción real, medida por indicadores como el número de usuarios y el crecimiento de la base de usuarios, es lo que define el triunfo. El compromiso de los usuarios y el impacto en la industria son signos de una tecnología en ascenso. El reconocimiento, como cobertura mediática, también señala aceptación. Sin embargo, la adopción masiva es esencial; una tecnología debe ser elegida por la mayoría para convertirse en el nuevo estándar. No basta con ser mejor en teoría; la adopción práctica es la prueba definitiva de superioridad.

La Web 1.0, conocida como la primera fase de la World Wide Web, emergió alrededor de 1990 y se caracterizó por páginas web estáticas que no ofrecían interactividad. En esta era, los sitios web eran principalmente informativos, con contenido fijo que se almacenaba directamente en archivos HTML, sin bases de datos. Los usuarios podían leer información y navegar a través de hipervínculos, pero no podían interactuar o contribuir con contenido.

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