El presidente de Corea del Sur, Yoon Seok-yue, firmó recientemente una política llamada "Orden de Emergencia de Nacimiento" en respuesta a la disminución de la tasa de natalidad del país. La política incluye subsidios financieros para parejas jóvenes, licencia parental ampliada y mejores instalaciones de cuidado infantil, entre otras medidas destinadas a estimular un aumento en la tasa de fertilidad.

Las tasas de natalidad ultrabajas no sólo afectan el mercado laboral y el crecimiento económico del país, sino que también pueden llevar al envejecimiento de la estructura social y aumentar la demanda de bienestar social. Aunque las medidas tomadas por el gobierno pueden aliviar este problema en el corto plazo, aún es necesario observar sus efectos a largo plazo. Al mismo tiempo, existe un conflicto entre los deseos personales de fertilidad y la promoción de políticas nacionales. Es una cuestión que vale la pena reflexionar.

Esta medida del gobierno de Corea del Sur es una respuesta positiva al actual problema demográfico, pero llevará tiempo demostrar su eficacia.