En el impredecible mundo de las criptomonedas, nadie puede predecir el futuro. Entonces, ¿por qué prestar atención a quienes quieren vernos fracasar? Su negatividad surge de su propia insatisfacción y celos. Dejemos que sus dudas alimenten nuestra determinación. Tendremos éxito a pesar de sus esperanzas de lo contrario.