Después de más de tres meses de demandas, Elon Musk retiró repentinamente su demanda contra OpenAI, acusando a la empresa de ir en contra de su misión original de buscar ganancias. Esta decisión se considera un punto de inflexión, ya que abre muchas posibilidades para el futuro de la industria de la IA y la relación entre los dos gigantes tecnológicos.

Musk, cofundador de OpenAI, dejó la junta directiva de la compañía en 2018 y expresó su descontento con el hecho de que OpenAI se convirtiera en una "subsidiaria secreta" de Microsoft. La demanda presentada en febrero busca evitar que OpenAI y Microsoft exploten su tecnología AGI para beneficio personal.

Sin embargo, después de la respuesta de OpenAI expresando su pesar por la división y enfatizando los éxitos recientes de ChatGPT, Musk decidió retirar la demanda.

Los expertos consideran que este evento es una señal positiva para la cooperación en el campo de la IA. En lugar de enfrentarse cara a cara, los dos gigantes tecnológicos pueden unirse para promover el desarrollo de la IA en beneficio de la humanidad, especialmente en el contexto de una carrera cada vez más feroz en materia de IA.

La medida también puede reflejar un cambio de estrategia por parte de Elon Musk, centrándose en desarrollar IA con fines humanitarios a través de su empresa xAI. xAI recibió 6 mil millones de dólares en financiación Serie B en mayo, lo que confirma las grandes ambiciones de Musk en el campo de la IA.

Este evento también muestra la importancia de ChatGPT, el popular producto de OpenAI, que ha causado un gran revuelo en la comunidad tecnológica.