El regulador financiero de Suiza, FINMA, declaró en quiebra a FlowBank y lo cerró debido a capital insuficiente para sus operaciones como banco. El banco había incumplido los requisitos mínimos de capital y estaba sobreendeudado sin perspectivas de reestructuración. Los clientes con hasta 100.000 francos suizos en depósitos están protegidos y recibirán su dinero de vuelta en un plazo de siete días laborables, pero el futuro de los depósitos criptográficos de los clientes es incierto. FlowBank tenía amplios vínculos con las criptomonedas y ofrecía a los clientes la posibilidad de comprar, vender y mantener criptomonedas y otros activos tokenizados directamente desde sus cuentas.

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