Nadie es perfecto; todos pueden equivocarse en cualquier momento. Incluso los fondos y bancos más grandes del mundo han enfrentado enormes pérdidas e impagos en el mundo comercial. La historia está llena de historias de este tipo. Sin embargo, lo que podemos controlar es cómo gestionamos nuestro riesgo. Al gestionar nuestro riesgo al 100 % a la perfección, tenemos el poder de navegar a través de las incertidumbres del mercado.