Según CryptoPotato, Bitcoin experimentó una caída de precio significativa el viernes, pasando de 72.000 dólares a 68.500 dólares en unas pocas horas. Esto ocurrió a pesar de las continuas entradas de fondos cotizados en bolsa (ETF) con sede en Estados Unidos. Los ETF, que fueron aprobados por la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. en enero, han sido un avance importante en la industria de las criptomonedas este año. Gigantes financieros como BlackRock y Fidelity se han convertido en emisores de estos ETF, lo que permite a los inversores minoristas y a las instituciones estar expuestos al rendimiento de Bitcoin sin la necesidad de almacenar claves o recordar contraseñas complejas.

El impacto de estos ETF fue inmediato: el precio de Bitcoin aumentó más del 50% en semanas y alcanzó un nuevo máximo histórico de 73.800 dólares aproximadamente dos meses después del lanzamiento de los ETF en Estados Unidos. Esta fue la primera vez que el activo alcanzó un nuevo récord antes de reducirse a la mitad. Desde entonces, los movimientos de precios de Bitcoin se han visto fuertemente influenciados por las entradas y salidas de estos vehículos financieros. Por ejemplo, el precio de Bitcoin cayó bruscamente a mediados de abril y principios de mayo, cuando los inversores retiraban cantidades sustanciales casi a diario. Sin embargo, los movimientos de los precios cambiaron cuando el comportamiento de los inversores cambió a mediados de mayo y durante todo junio.

A pesar de 19 días consecutivos de entradas en los ETF, el precio de Bitcoin cayó bruscamente el viernes. Los analistas y la comunidad han sugerido varias razones para esto. Una teoría, propuesta por el analista Willy Woo, sugiere que hay demasiado apalancamiento en el sistema. Otra teoría popular implica la toma de ganancias, ya que Bitcoin estaba a sólo un 2% de su máximo histórico de 73.800 dólares, lo que habría dado ganancias a casi todos los fondos de los inversores. Independientemente del motivo, la caída de Bitcoin resultó en más de 400 millones de dólares en liquidaciones en un día, lo que sirvió como advertencia a los operadores sobreapalancados sobre posibles cambios en cualquier dirección.