En el ámbito de las criptomonedas, las criptomonedas (especialmente el bitcoin) suelen ser consideradas el “oro digital” del siglo XXI. Sin embargo, George Milling-Stanley, estratega jefe de oro de State Street Global Advisors, insta a la cautela. Su firma opera el fondo cotizado en bolsa (ETF) de oro más grande del mundo y se muestra escéptico ante la idea de que las criptomonedas reemplacen el valor probado del oro.

En una conversación reciente con el programa “ETF Edge” de la CNBC, expresó sus preocupaciones sobre la volatilidad de las criptomonedas. Argumentó que su susceptibilidad a oscilaciones dramáticas de precios socava su credibilidad como un activo estratégico a largo plazo que podría competir de igual a igual con el oro.

State Street Global Advisors es la empresa que está detrás de SPDR Gold Shares, el ETF de oro con respaldo físico más grande del mundo. La semana pasada, el ETF contaba con un valor total de activos de más de 57 mil millones de dólares, según el sitio web de la empresa. El ETF ha experimentado un repunte del 7% en lo que va de año al cierre del mercado del viernes.

Milling-Stanley destacó el historial de 6.000 años del oro como activo monetario, argumentando que proporciona un contexto histórico sólido para comprender los beneficios de invertir en el metal precioso. Señaló que el oro sirve como cobertura contra diversas incertidumbres económicas, incluida la inflación, posibles caídas del mercado de valores y la posible debilidad del dólar. Con el tiempo, sostuvo, el oro ha demostrado su valor al mejorar la rentabilidad de una cartera bien diversificada.

A pesar de la lucha actual del oro por mantener un precio por encima de la marca de los 2.000 dólares la onza este año, Milling-Stanley sigue siendo optimista sobre sus perspectivas. Cree que el clima económico actual, con recesión o sin ella, es favorable para el oro. Explicó que históricamente el oro ha prosperado durante períodos de crecimiento lento, un escenario que probablemente presenciaremos.

El informe de CNBC también mencionó que Milling-Stanley anticipa un aumento en la demanda de oro a medida que se alivien las restricciones por Covid-19 en China, el mayor consumidor mundial de joyas de oro después de India, según el Consejo Mundial del Oro. Hizo hincapié en que la demanda de joyas de oro se extiende más allá de China e India a otros países asiáticos, incluidos Vietnam, Indonesia, Tailandia y Corea.