Los senadores Ron Wyden y Cynthia Lummis se oponen al Departamento de Justicia por su controvertida interpretación de las leyes relativas a las criptomonedas.

Se refieren a cómo los servicios de software criptográfico, como Samourai Wallet y Tornado Cash, están siendo tratados como transmisores de dinero sin licencia. Los senadores creen que este enfoque traspasa los límites legales.

¡Despierta, Guirnalda!

Wyden y Lummis enviaron una carta detallada al Fiscal General Merrick Garland, señalando que la Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro nunca ha clasificado los servicios criptográficos sin custodia como transmisores de dinero.

Esta acción cuestiona por qué el Departamento de Justicia ahora etiqueta dichos servicios en esta categoría, arriesgándose a clasificar a los desarrolladores de software como delincuentes simplemente por escribir y compartir su código.

Wyden declaró específicamente: "Me preocupa que la interpretación del Departamento de Justicia trate a los desarrolladores de software como delincuentes simplemente por escribir y publicar código utilizado por otros, un precedente peligroso que contradice décadas de leyes establecidas y plantea serias preocupaciones sobre la Primera Enmienda".

Esta investigación se produce después de la reciente persecución del negocio de criptoprivacidad Samourai por parte de fiscales federales. La carta del 9 de mayo sostiene que tratar a los desarrolladores de software de criptoactivos sin custodia como delincuentes potenciales va en contra de interpretaciones legales bien establecidas.

Desacuerdo sobre definiciones legales

La carta de los senadores analiza además un expediente judicial reciente del Departamento de Justicia en el que el departamento argumentó que la orientación de la FinCEN sobre los mezcladores de criptomonedas no aborda adecuadamente la cuestión del "control".

El Departamento de Justicia cree que cualquier servicio que facilite la transferencia de fondos se ajusta a la definición legal de "transmisor de dinero", comparándolo con la forma en que un cable USB transfiere datos.

Sin embargo, los senadores argumentan que se requiere un control real de los fondos para tal clasificación, un punto que no cumplen muchos servicios de cifrado.

La carta a Garland describe graves preocupaciones sobre la interpretación amplia del estatuto en relación con las empresas de transferencia de dinero sin licencia. Sugiere que esta interpretación amplía drásticamente el alcance de la prohibición federal, criminalizando potencialmente a los estadounidenses involucrados en servicios criptográficos sin custodia.

Según el estatuto federal sobre empresas de transmisión de dinero, la responsabilidad penal se aplica bajo tres condiciones: si un estado exige que una persona obtenga una licencia para transmitir dinero, si la ley federal exige que se registre o si se dedica a la transmisión de dinero y a la financiación ilícita.

Desafíos legislativos y perspectivas

Actualmente, el Congreso está luchando con una legislación para establecer reglas estadounidenses integrales para la industria de activos digitales, incluidas protecciones contra el lavado de dinero.

Se espera que pronto se voten proyectos de ley importantes, pero la probabilidad de que se apruebe una legislación amplia este año sigue siendo baja. Esto deja al Departamento de Justicia operar según las leyes existentes, que, como argumentan los senadores, pueden extenderse más allá de su alcance previsto.

La aclaración proporcionada por las reglas de FinCEN establece que la transmisión de dinero implica la aceptación de moneda de una persona y su transmisión a otra, lo que requiere la recepción y el control directo de los activos.

“Este razonamiento también concuerda con el sentido común. Activos como Bitcoin pueden ser nativamente digitales, pero no son amorfos como el calor o la electricidad. Los Bitcoins tienen un dueño unilateral claro en todo momento. Si un usuario desea transferir Bitcoin a otra persona, utiliza su clave privada para firmar una transacción que transfiere los Bitcoins a una nueva dirección".

Lummis y Wyden

Esta definición es importante porque evita que otros proveedores de servicios, como Internet o servicios postales, que transmiten información relacionada con pagos, se clasifiquen inadvertidamente como transmisores de dinero.