La ganadería de precisión como tecnología ha cobrado protagonismo en los últimos años, según un estudio publicado por Undark. Mediante el uso de herramientas digitales e inteligencia artificial, la plataforma (PLF) se compromete a monitorear y optimizar en tiempo real varias áreas de la cría que son importantes para una buena cría de ganado para la sostenibilidad.

Aunque estas herramientas existen desde principios de la década de 2000, el 65% de toda la literatura sobre el tema se ha publicado en los últimos cinco años. Esto se debe a una mejor tecnología de sensores y a la capacidad de procesamiento de información para procesar las señales de los sensores.

Uno de los avances particulares es la inteligencia artificial, que ha visto muchas aplicaciones nuevas de PLF. Aún así, la realidad de la IA en las granjas, al menos por ahora, es más mundana de lo que algunos pueden imaginar: menos robots, más cámaras CCTV y sensores de zumbido. PLF, que abarca desde la evaluación fisiológica de los animales hasta la mejora del proceso de alimentación, nos permitirá centrarnos en el futuro de la ganadería.

Beneficios e inquietudes potenciales

Los defensores del PLF señalan sus inmensos beneficios, como mejorar el bienestar animal, aumentar la eficiencia de la producción y disminuir los efectos ambientales. Los defensores sugieren que lo más probable es que PLF brindaría un cuidado más personalizado a los animales, reduciendo así los casos de enfermedad y angustia. Además, mediante el uso eficiente de los recursos, PLF podrá desempeñar un papel en una producción de alimentos más sostenible.

Sin embargo, los opositores expresan dudas sobre los objetivos reales del patrocinio del PLF. Dudan de si la industria está interesada en mejorar genuinamente las condiciones de vida de los animales o simplemente en ganar dinero. Los escépticos afirman que esta iniciativa podría considerarse como un plan de marketing diseñado para desviar la atención de esta industria que enfrenta cada vez más críticas por sus deficiencias éticas y ambientales.

La conveniencia de criar animales, combinada con el problema de la sostenibilidad continua, así como una mayor productividad, un mayor estado de bienestar animal y la ayuda gubernamental a proyectos de ganadería de precisión, probablemente sean el mayor impulsor del mercado.

El debate en torno al PLF

El debate del PLF va más allá de su potencial tecnológico e incluye cuestiones como su efecto sobre la ética y el medio ambiente. Aunque algunos ven que el PLF avanza en la dirección correcta, otros creen que sólo continúa abusando de los animales para el consumo humano. Además, persisten las incertidumbres sobre la viabilidad a largo plazo de la ganadería intensiva, a pesar de los avances tecnológicos.

La industria cárnica está cada vez más presionada para adaptarse debido a las crecientes demandas de reducir o eliminar el consumo de carne. PLF ofrece a la industria la oportunidad de mejorar su imagen pública y abordar las cuestiones del bienestar animal y la sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, la influencia real del PLF en estas cuestiones es controvertida.

El mercado mundial de seguimiento e identificación de ganado valía alrededor de 2.396,54 millones de dólares en 2022 y se espera que crezca más del 11,6 % entre 2023 y 2030 con una tasa de crecimiento compuesta (CAGR). Este mercado implica la aplicación de tecnología para rastrear y monitorear el bienestar y ubicación de los animales criados en granjas, generando datos en tiempo real sobre su agilidad y salud, así como sus hábitos de pastoreo.