La Oficina de Impuestos de Australia exige datos personales de 1,2 millones de comerciantes de criptomonedas a los intercambios
La Oficina de Impuestos de Australia (ATO) ha emitido una directiva para los intercambios de cifrado, obligándoles a enviar datos personales y detalles de transacciones de aproximadamente 1,2 millones de cuentas. Esto es según un informe de Reuters, que detalla la última medida de ATO como parte de una iniciativa de vigilancia más amplia anunciada el mes pasado. El esfuerzo de vigilancia tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales sobre las ganancias de capital en actividades relacionadas con las criptomonedas.
Como reveló el lunes el Australian Financial Review, el nuevo protocolo de recopilación de datos de la ATO exige que las bolsas de criptomonedas designadas proporcionen los nombres, direcciones, fechas de nacimiento y detalles de las transacciones de los usuarios de su plataforma. La oficina cree que esto ayudará a su intento de auditar e identificar a las personas que pueden haber descuidado la presentación de informes precisos sobre sus transacciones de criptomonedas. Según el informe, dichas transacciones incluirían conversiones a moneda fiduciaria o incluso el uso de criptomonedas para la liquidación de pagos.
La Oficina de Impuestos de Australia implementa medidas estrictas para el cumplimiento tributario de las criptomonedas
La última petición de la ATO es que Australia siga reprimiendo a la industria de las criptomonedas. Sin embargo, cabe señalar que el escrutinio se intensificó después del colapso de FTX.
Por ejemplo, han aumentado los casos de acciones legales contra entidades que venden tokens sin las licencias adecuadas. Las instituciones financieras también han bloqueado los pagos a las bolsas de criptomonedas, y actualmente está en vigor una propuesta para un marco integral de licencias para las bolsas de criptomonedas con el fin de reforzar la supervisión regulatoria.
Sin embargo, en lo que respecta al cumplimiento de los impuestos sobre las criptomonedas, la ATO ha explicado que pretende gravar prácticamente todos los productos criptográficos, incluidos los tokens envueltos y las interacciones con protocolos de préstamos descentralizados. La oficina de impuestos consideró necesario hacer la aclaración el año pasado para garantizar que las obligaciones fiscales dentro del panorama de las criptomonedas en rápida evolución se cumplan rigurosamente.
Las últimas medidas de la ATO son un gran paso para abordar la posible evasión fiscal y promover el cumplimiento de las normas entre los comerciantes australianos. Sin embargo, también es un indicador de que la industria de las criptomonedas sigue atrayendo cada vez más la atención de los reguladores de todo el mundo.
Hasta el momento de la publicación, no había ningún informe oficial que nombrara a ninguno de los exchanges de criptomonedas que recibieron la directiva de la ATO. Sin embargo, aún está por verse si los exchanges cumplirán las órdenes de la ATO, es decir, si enviarán los datos de los clientes que se les solicitan.
En cualquier caso, las colaboraciones entre los organismos reguladores y las bolsas de criptomonedas ponen de relieve el panorama cambiante de las regulaciones financieras. Estas asociaciones muestran cómo las autoridades están encontrando el equilibrio entre la innovación y la rendición de cuentas en el espacio de los activos digitales.
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