El comercio al contado y el comercio de futuros son dos métodos diferentes de negociar con instrumentos financieros, como acciones, materias primas o criptomonedas. A continuación se muestra un desglose de las diferencias clave entre el comercio al contado y el de futuros:
Comercio al contado:
Liquidación Inmediata: En el comercio al contado, la transacción se produce "en el momento" o inmediatamente al precio de mercado actual. El comprador paga al vendedor y el activo se entrega de inmediato.
Propiedad física: el comercio al contado generalmente implica el intercambio real del activo subyacente, donde el comprador toma posesión del activo.
Precios: los precios al contado están determinados por la oferta y la demanda actuales en el mercado y pueden fluctuar a lo largo del día de negociación.
Flexibilidad: el comercio al contado permite una mayor flexibilidad, ya que brinda la posibilidad de comprar o vender activos rápidamente sin estar sujeto a contratos o fechas de vencimiento.
Comercio de futuros:
Acuerdo contractual: la negociación de futuros implica la compra o venta de un contrato que obliga a las partes a comprar o vender el activo subyacente a un precio y una fecha futura predeterminados.
Contratos Estandarizados: Los contratos de futuros tienen términos estandarizados, incluyendo cantidad, calidad, fecha de entrega y método de liquidación, los cuales son establecidos por la bolsa donde se negocian.
Requisitos de margen: el comercio de futuros generalmente requiere que los operadores depositen un margen inicial, que es un porcentaje del valor del contrato, para garantizar el cumplimiento del contrato. Esto permite a los operadores controlar posiciones más grandes con una inversión inicial menor.
Especulación y cobertura: los mercados de futuros se utilizan a menudo con fines de especulación o cobertura. Los especuladores pretenden beneficiarse de las fluctuaciones de precios, mientras que los coberturadores utilizan contratos de futuros para compensar los posibles riesgos de precios en sus activos subyacentes.
Apalancamiento: el comercio de futuros ofrece apalancamiento, lo que permite a los operadores controlar una posición más grande con una cantidad menor de capital. Sin embargo, esto también amplifica las posibles ganancias o pérdidas.
En general, la negociación al contado es inmediata, implica propiedad física y permite una mayor flexibilidad, mientras que la negociación de futuros implica acuerdos contractuales, contratos estandarizados, requisitos de margen y, a menudo, se utiliza para especulación o cobertura con el beneficio del apalancamiento. La elección entre negociación al contado y de futuros depende de las preferencias individuales, las estrategias comerciales y las condiciones específicas del mercado.