En respuesta a las preocupaciones sobre los riesgos asociados con el almacenamiento criptográfico personal, Vitalik Buterin, el fundador de Ethereum (token $ETH), compartió ideas sobre su método preferido para proteger sus fondos en criptomonedas. Este enfoque resalta la vulnerabilidad de depender únicamente de carteras de hardware, lo que puede provocar varios errores relacionados con el usuario.

Lo anterior es la razón por la que uso un multisig (@safe) para >90% de mis fondos personales M-de-N, algunas claves las tienes tú (pero no las suficientes para bloquear la recuperación), el resto lo tiene otras personas en las que confías. No reveles quiénes son esas otras personas, ni siquiera entre sí. Descentraliza tu propia seguridad.

– vitalik.eth (@VitalikButerin) 1 de mayo de 2024

Buterin reveló que utiliza una configuración multifirma (multisig) para administrar más del 90% de sus fondos. Este método de seguridad, que normalmente se utiliza para proteger contra robos o accesos no autorizados, requiere varias claves para autorizar una transacción. La configuración de Buterin, a menudo ejecutada a través de plataformas como Safe (anteriormente Gnosis Safe), implica un esquema M de N donde se necesitan varias claves, algunas de las cuales se conservan personalmente y otras se distribuyen entre personas de confianza.

Descentralizando la seguridad

El fundador de Ethereum aconseja no sólo utilizar varias claves, sino también mantener confidenciales las identidades de quienes las poseen, incluso entre sí. Esta estrategia tiene como objetivo descentralizar la seguridad reduciendo los riesgos que surgen de cualquier punto único de falla, incluidos los propios poseedores de claves. El comentario de Buterin surgió como respuesta a un tweet que señalaba posibles “pistolas” o errores de usuario asociados con las carteras de hardware, como extraviar u olvidar la ubicación de la frase inicial, o tener que abandonarla durante movimientos inesperados a través del país.

El consejo de Buterin subraya una perspectiva crítica sobre la responsabilidad personal y la complejidad de gestionar los activos digitales de forma segura. Su enfoque sugiere un cambio hacia acuerdos de seguridad más sofisticados más allá de los métodos tradicionales, enfatizando la confianza y el riesgo distribuido entre múltiples partes interesadas.