En un análisis reciente, el economista Paul Krugman compartió su opinión sobre el desempeño económico de Estados Unidos tras la publicación del informe del PIB del primer trimestre de 2024 por parte de la Oficina de Análisis Económico.

Paul Krugman es un economista estadounidense ganador del Premio Nobel conocido por su influyente trabajo en teoría del comercio internacional y geografía económica. Destacado comentarista y columnista del New York Times, ofrece un análisis agudo de cuestiones económicas y políticas desde un punto de vista progresista. A pesar de sus elogios, las opiniones a menudo críticas de Krugman sobre las políticas económicas conservadoras lo convierten en una figura célebre pero polarizadora dentro del campo.

A pesar de que las cifras de crecimiento e inflación podrían generar preocupación, Krugman sugiere una interpretación matizada de estas cifras, enfatizando particularmente los componentes volátiles que a menudo se revisan posteriormente.

El informe anticipado del PIB indicó que el crecimiento económico en el primer trimestre fue del 1,6 por ciento, cifra que no cumplió con las expectativas anteriores. Krugman señala que esta decepcionante tasa de crecimiento puede atribuirse en gran medida a las fluctuaciones en los inventarios y las importaciones, elementos conocidos por su volatilidad y susceptibilidad a revisiones significativas en informes posteriores. Estos componentes, sostiene, no reflejan necesariamente la tendencia económica subyacente.

En cambio, Krugman destaca que podría ser más informativo considerar el crecimiento “básico”, centrándose en la demanda interna final, que se expandió a una tasa sólida del 3,1 por ciento. Esta cifra, según Krugman, presenta una indicación más estable y reveladora del clima económico interno, sugiriendo una actividad económica subyacente más saludable de lo que podría implicar la cifra principal.

En cuanto al tema de la inflación, el informe también mostró una aceleración, particularmente en el indicador de inflación subyacente preferido por la Reserva Federal (gastos de consumo personal excluyendo alimentos y energía), que aumentó a una tasa anual del 3,7 por ciento, frente al 2 por ciento del año anterior. cuarto. Si bien a primera vista este aumento puede parecer alarmante, Krugman recomienda cautela al sobreinterpretar estos resultados.

En su artículo de opinión para The New York Times, Krugman propone que el importante salto de la inflación probablemente esté exagerado por el ruido estadístico. Es posible que este ruido haya subestimado anteriormente las tasas de inflación hacia finales de 2023 y ahora potencialmente las esté exagerando. Krugman considera inverosímil la magnitud del aumento de la inflación, incluso en escenarios de una economía sobrecalentada, algo que los datos actuales no parecen indicar.

Para respaldar aún más su escepticismo, Krugman señala que ni los índices de los gerentes de compras (que a menudo se correlacionan estrechamente con las cifras oficiales de inflación) ni las expectativas de inflación de las empresas, que se mantienen ligeramente por encima de los niveles prepandémicos, sugieren un aumento inflacionario de la magnitud reportada.

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