• Los recientes avances en innovación financiera exponen las deficiencias de la actual política de monedas estables de Estados Unidos, que no logra lograr un delicado equilibrio entre promover la innovación financiera sin sacrificar la protección del consumidor y la regulación necesaria. Como líder financiero mundial, Estados Unidos se encuentra en una encrucijada. ¿Se convertirá en un actor central en el desarrollo de la próxima generación de tecnología financiera, asegurando el dominio del dólar, protegiendo a los consumidores y previniendo las finanzas ilícitas, o dejará esta tarea a otros países? Dejarlo en manos de otros países sería un grave error, y Estados Unidos debería estar en la mesa de negociaciones.

Si bien algunas de las propuestas que se encuentran ante el Congreso parecen prometedoras, somos socios en la elaboración de una legislación que aborde los desafíos clave de política que han enfrentado las propuestas anteriores: la Ley de Monedas de Estabilidad de Pago Lummis-Gillibrand de 2024 no es un proyecto de ley en el vacío, sino un proyecto de ley que abordaría y buscaría abordar el sistema bancario dual. La Ley preservaría la autoridad estatal actual sobre las compañías fiduciarias no depositarias y proporcionaría paridad entre las cartas bancarias federales y estatales, al tiempo que reconoce el papel de la Junta de la Reserva Federal (FRB) como guardiana de la política monetaria. Este proyecto de ley crea un equilibrio saludable de poder al garantizar que la Reserva Federal y los estados deben actuar en conjunto entre sí al supervisar a las compañías fiduciarias con menos de $10 mil millones en capital.

Al redactar este proyecto de ley, priorizamos garantizar el crecimiento de la innovación. El proyecto de ley permitiría que las monedas estables envíen pagos instantáneamente a cualquier parte del mundo con tarifas más bajas que los métodos actuales. Actualmente, las tecnologías de transferencia financiera, como las transferencias bancarias, pueden demorar hasta 10 días, lo que suele ser demasiado tiempo para transferencias urgentes. Esto permitirá a los innovadores crear nuevos programas y aplicaciones que sean más controlables y flexibles para los consumidores. Las posibilidades de uso de monedas estables son numerosas, y apenas estamos empezando a ver cómo evolucionará la innovación financiera cuando las monedas estables se conviertan en un medio de pago popular.

Uno de nuestros principales objetivos al redactar la legislación sobre monedas estables es calmar los temores del público. Demasiados estadounidenses conocen las monedas estables solo a través de los titulares de alto perfil sobre el escándalo. Si bien algunos de nuestros colegas evitan el tema, vemos estos acontecimientos como una oportunidad para fortalecer el sistema después de repetidos fracasos. Juntos, hemos desarrollado sólidas prácticas de custodia para los emisores con el fin de evitar la mezcla de fondos.

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