Las tornas financieras han cambiado y el yuan chino ahora supera al dólar estadounidense en las cifras comerciales fuera de Rusia, un cambio significativo en el escenario monetario global. Este cambio se produce inmediatamente después de los esfuerzos de desdolarización de los países BRICS y pone de relieve una creciente ruptura con las dependencias económicas tradicionales.

El yuan representa ahora más del 42% del total de divisas en Rusia, superando al dólar estadounidense, que ha caído a una participación del 39,5%. El volumen real de transacciones del yuan se ha disparado a la impresionante cifra de 385 mil millones de dólares sólo este año.

El ascenso del yuan en el comercio mundial

Con el telón de fondo de los países BRICS impulsando su agenda para diversificar las interacciones económicas fuera del dólar estadounidense, el impacto es visiblemente significativo. Este cambio económico afecta la forma en que el mercado global ve el dominio de larga data del dólar estadounidense como moneda de reserva preferida.

La Bolsa de Moscú ha registrado estas tendencias cambiantes, con transacciones en yuanes que se dispararon a 34,15 billones de rublos (alrededor de 391.500 millones de dólares) en 2023, un aumento espectacular con respecto al año anterior. Por el contrario, la presencia del dólar en la bolsa de Moscú cayó significativamente, pasando de un dominio del 63% en años anteriores a poco menos del 40% este año.

A medida que Moscú se inclina más hacia Beijing, en medio de la escalada de sanciones occidentales, este cambio ha provocado un aumento en el comercio chino-ruso, que alcanzó un nuevo máximo de 240.000 millones de dólares en 2023, lo que supone un aumento del 26,3% con respecto al año anterior. Este aumento se produce cuando Rusia aumenta sus importaciones de productos chinos, que van desde vehículos hasta teléfonos inteligentes, llenando el vacío dejado por las marcas europeas y estadounidenses que se van.

Estabilidad del yuan en medio de fluctuaciones globales

Incluso cuando el dólar experimenta fluctuaciones influenciadas por las políticas económicas estadounidenses y las reacciones del mercado global, China ha mantenido un yuan relativamente estable, un enfoque destinado a evitar la volatilidad en sus mercados financieros que puede afectar negativamente a las acciones y bonos locales.

El Banco Popular de China ha fijado sistemáticamente el tipo de referencia diario del yuan en niveles que evitan fluctuaciones drásticas, fijándolo recientemente en 7,0968 por dólar. Esto es parte de una estrategia más amplia para gestionar cuidadosamente el valor del yuan dentro de un rango de negociación permitido del 2%.

El contraste entre las monedas de las dos economías gigantes es evidente no sólo en las cifras comerciales sino también en las maniobras estratégicas más amplias en la gestión de divisas. Si bien las autoridades chinas seleccionan cuidadosamente el valor del yuan para fomentar la estabilidad y la previsibilidad, el valor del dólar estadounidense oscila con los sentimientos del mercado y los indicadores económicos como las tasas de inflación y las políticas de la Reserva Federal.

En los últimos tiempos, la estabilidad del yuan se ha convertido en una piedra angular de la confianza económica regional, proporcionando un baluarte contra posibles salidas de capital que pueden desestabilizar los mercados financieros en general. Esto ha sido particularmente crítico ya que el yuan enfrentó presiones que podrían haberlo inclinado hacia una volatilidad indeseable.