Al parecer, el mercado de valores del Reino Unido es una criatura de contradicciones. Cuanta más atención atrae, más parece flaquear. Sin embargo, a pesar de la agitación, voces importantes del sector financiero sostienen que ahora podría ser el momento perfecto para invertir en acciones del Reino Unido. Esta sugerencia es oportuna, especialmente considerando las métricas de desempeño y la dinámica económica actualmente en juego.

Barclays y Goldman Sachs, dos gigantes de las finanzas, han expresado su opinión sobre el potencial que acecha en los corredores infravalorados del mercado de valores del Reino Unido. A medida que los indicadores económicos oscilan entre positivos y siniestros, estas instituciones ven un resquicio de esperanza listo para que los inversores inteligentes lo exploren.

El argumento a favor de la inversión

Barclays señala que, si bien el Reino Unido puede no ser un punto de acceso para los gigantes tecnológicos, lo que ha sido un inconveniente, el mercado en general está ganando impulso. El mercado del Reino Unido, rico en materias primas y acciones defensivas, podría resultar resistente frente a las fluctuaciones económicas globales.

Además, dado que el Banco de Inglaterra está adoptando un enfoque audaz respecto de las tasas de interés, en comparación con una Reserva Federal más cautelosa, existe la posibilidad de que la libra se estabilice, añadiendo más atractivo a las acciones del Reino Unido.

En cuanto a las valoraciones, las acciones del Reino Unido se cotizan a múltiplos atractivos. El FTSE 100, un compuesto de las 100 principales empresas del Reino Unido, está mostrando signos de infravaloración en comparación con su desempeño histórico. Goldman Sachs ha llegado incluso a declarar que éste es uno de los mejores puntos de entrada al mercado del Reino Unido en la historia reciente, especialmente en relación con sus homólogos globales.

Brexit y más allá

Luego está el ángulo del Brexit.

La salida de la UE ciertamente ha dejado su huella en la economía del Reino Unido, pero los acontecimientos políticos recientes sugieren un posible deshielo en las relaciones con la UE. Con nuevos marcos gubernamentales destinados a fomentar vínculos más estrechos con el continente, la prolongada ansiedad por el Brexit podría comenzar a disminuir, lo que impulsaría la confianza de los inversores.

El mercado de valores del Reino Unido también se beneficia de reformas regulatorias e incentivos fiscales destinados a hacerlo más atractivo para los inversores tanto nacionales como internacionales. Cabe destacar la introducción de reformas de ahorro que podrían impulsar el mercado al mejorar la oferta interna de acciones del Reino Unido.

Sin embargo, a pesar de todas las proyecciones optimistas, el mercado del Reino Unido sigue atormentado por su desempeño menos atractivo en sectores como las OPI. La Bolsa de Valores de Londres vivió un año deprimente, con sólo una cantidad mínima recaudada a través de ofertas públicas.

Las grandes empresas y las nuevas empresas interesantes parecen preferir cotizar en otros lugares, atraídas por condiciones de mercado o entornos regulatorios más favorables. Este éxodo plantea una seria interrogante sobre el atractivo y la competitividad a largo plazo del Reino Unido como centro financiero.

A esto se suma el cada vez menor interés del sector de pensiones, históricamente un actor importante en las acciones del Reino Unido. A medida que los fondos de pensiones diversifican sus carteras fuera del Reino Unido, la porción interna del mercado se reduce, lo que se suma a las preocupaciones sobre la liquidez y a la percepción negativa más amplia respecto de los mercados financieros del Reino Unido.

A pesar de estos desafíos, el mercado de valores del Reino Unido no está exento de defensores que señalan sectores y condiciones propicias para la inversión. Los niveles actuales de valoración, el potencial de mejoras regulatorias y fiscales y un escenario geopolítico más estable después de los ajustes post-Brexit presentan una mezcla de riesgos y oportunidades.