Según U.Today, Robert Kiyosaki, un renombrado autor estadounidense reconocido por sus influyentes libros sobre finanzas personales, ha utilizado las redes sociales para alertar a sus numerosos seguidores sobre una posible "burbuja de todo" en acciones, bonos y bienes raíces estadounidenses. Kiyosaki anticipa que esta burbuja "está a punto de estallar". Para protegerse contra esta posible caída, aconseja a sus seguidores invertir en metales preciosos como el oro y la plata, así como en Bitcoin, la criptomoneda líder por capitalización de mercado.

A pesar de la creciente preocupación entre los inversores por una posible burbuja bursátil, los datos históricos sugieren que estas preocupaciones pueden no estar basadas en evidencia fáctica. Como destacó Reuters, el único estallido real de una burbuja bursátil posterior a la Segunda Guerra Mundial se produjo a principios de la década de 2000, durante el auge de Internet. Durante la fase de la burbuja de las puntocom, numerosas empresas consiguieron valoraciones absurdas, lo que acabó provocando un grave mercado bajista. Sin embargo, también se observa que los balances corporativos actualmente son saludables, lo que sugiere que las continuas advertencias sobre la "burbuja de todo" podrían ser meras alarmas.

Albert Edwards de SocGen expresó recientemente su opinión de que ciertas acciones podrían estar mostrando signos de una burbuja en el mercado. Sugirió además que el revuelo en torno a la inteligencia artificial podría estar fuera de control. En 2022, el precio de Bitcoin cayó junto con las acciones estadounidenses cuando la Reserva Federal se apresuró a aumentar las tasas de interés para frenar la inflación galopante. Esto llevó a muchos críticos a cuestionar las capacidades de diversificación de Bitcoin. Sin embargo, Bitcoin podría resultar un diversificador de cartera más atractivo en 2024. Jurrien Timmer, director de macroeconomía global del gigante financiero Fidelity Investments, con sede en Boston, destacó recientemente que Bitcoin ahora tiene una correlación negativa con el índice de referencia S&P 500.