El Banco Central Europeo está avanzando en planes para un euro digital para satisfacer la demanda de pagos digitales, a pesar de las preocupaciones sobre la privacidad.
El proyecto tiene como objetivo satisfacer las necesidades de pagos minoristas priorizando la protección de datos.
Con un posible lanzamiento en noviembre de 2025, el debate sobre la privacidad y la vigilancia continúa, lo que ha llevado a considerar alternativas como Bitcoin.