Las NFT de Bitcoin, también conocidas como NFT ordinales, funcionan de manera diferente a las NFT tradicionales basadas en Ethereum. Utilizan una función llamada inscripciones en la cadena de bloques de Bitcoin. Aquí hay una explicación simplificada:
Teoría ordinal: esta teoría otorga identidades individuales a los satoshis (la unidad más pequeña de Bitcoin), lo que permite rastrearlos y transferirlos con significados únicos.
Protocolo ordinal: Desarrollado por Casey Rodarmor, este protocolo asigna un número secuencial a cada satoshi, haciendo que cada uno sea único.
Inscripciones: Son datos como imágenes, texto o vídeos que se adjuntan a un satoshi a través de una transacción de Bitcoin. Una vez que se extrae la transacción, los datos se convierten en una parte permanente de la cadena de bloques de Bitcoin y pueden verse a través de billeteras y visores habilitados para Ordinal.
La diferencia clave entre las NFT de Bitcoin y otras está en el almacenamiento de datos. Si bien los NFT de Ethereum a menudo se vinculan a archivos externos para sus datos asociados, los NFT de Bitcoin tienen los datos inscritos directamente en la cadena de bloques, lo que los convierte inherentemente en parte del libro mayor de Bitcoin. Este método proporciona una forma única de crear y rastrear NFT dentro del ecosistema de Bitcoin.