TL;DR

  • La asociación Fundación DEA-HBAR genera polémica al apoyar las CBDC, en contra de la descentralización de las criptomonedas.

  • La alianza pone en duda el compromiso de Hedera con una verdadera descentralización, a pesar de su avance tecnológico.

  • Aunque se promociona como un progreso digital, la adopción de CBDC plantea serias preocupaciones sobre la autonomía financiera y la privacidad individual.

La reciente asociación entre la Digital Euro Association (DEA) y la Fundación HBAR ha generado un gran revuelo en el mundo de las monedas digitales.

Sin embargo, es importante mirar más allá de los brillantes titulares y cuestionar la verdadera naturaleza de esta colaboración, especialmente en lo que se refiere al compromiso de la DEA con las monedas digitales emitidas por los bancos centrales (CBDC).

– Asociación del Euro Digital (@DigiEuro) 26 de febrero de 2024

Si bien la DEA se enorgullece de ser una “voz independiente” en el espacio de las monedas digitales, su apoyo a las CBDC contradice directamente los principios fundamentales de descentralización que defienden muchas criptomonedas.

La DEA, con sede en Frankfurt, Alemania, se especializa en monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC), monedas estables, criptoactivos y, en particular, en explorar el potencial del euro digital.

Las contradicciones y los intentos de centralizar las CBDC

En lugar de fomentar una verdadera autonomía financiera y un acceso igualitario, las CBDC representan un paso atrás, reforzando el control centralizado de las autoridades financieras y socavando los principios democráticos que las criptomonedas buscan promover.

Risk to financial freedom! Euro Digital Association joins Hedera to develop CBDC

La alianza con la Fundación HBAR, aunque presenta una apariencia de progreso en términos de innovación tecnológica, no puede escapar a esta contradicción fundamental.

Si bien Hedera puede presumir de ser una tecnología de contabilidad distribuida (DLT) escalable y sostenible, su asociación con una organización que apoya las CBDC pone en duda su compromiso con una descentralización genuina.

Es importante destacar que Shayne Higdon, directora ejecutiva de la Fundación HBAR, elogia la asociación como un paso hacia un "futuro digital innovador".

Sin embargo, esta retórica optimista no puede ocultar el hecho de que las CBDC representan una amenaza a la autonomía financiera y la privacidad de las personas, al consolidar aún más el poder en manos de instituciones financieras centralizadas.

Esta asociación plantea dudas sobre las verdaderas intenciones de la DEA y su compromiso con los valores de descentralización y democratización que son fundamentales para el movimiento de las criptomonedas.

En un momento en que el mundo enfrenta una creciente centralización en todos los ámbitos de la vida, es crucial cuestionar estas colaboraciones que podrían socavar los principios mismos sobre los que se construyó el movimiento de las criptomonedas.