💥Atención aquí:👇

perdí $100

cuando comencé a operar📉

Fue un período oscuro de mi vida, lleno de arrepentimiento, confusión y sentimiento de fracaso. Quería rendirme.

Pero en lugar de eso, hice tres cambios cruciales que cambiaron a 𝙀𝙑𝙀𝙍𝙔𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂:

1. Opere con menos pares

Estaba por todos lados. Pude encontrar configuraciones rentables, pero estaba tratando de hacerlo con 5 a 10 pares por DÍA. Tenía 2 monitores con múltiples gráficos abiertos en cada uno y me negué a perderme una sola operación.

Me di cuenta de que esto conducía a una ejecución descuidada y a operaciones mal administradas.

Me puse la regla de nunca tener más de dos gráficos abiertos y nunca estar en más de una operación a la vez.

Al principio fue una regla difícil de seguir, pero aumentó enormemente la calidad de mis operaciones.

Actualmente sólo comercio casi exclusivamente

2. Manejo de las Emociones:

Una de las cosas más difíciles en el trading es controlar las emociones. FOMO, venta de pánico, avaricia: todos me afectaron inicialmente.

Comencé a utilizar técnicas de gestión de riesgos, a establecer límites de pérdidas y a llevar un diario de mis operaciones para realizar un seguimiento de mis desencadenantes emocionales.

3. Tamaño más pequeño

No pierdes $30 mil con un tamaño pequeño. Lo pierdes al aumentar tu tamaño mucho más rápido que tu nivel de habilidad. Que es exactamente lo que estaba haciendo.

Mi ego no quería aceptar intercambios y ganar solo entre 50 y 100 dólares. Quería ganar entre 500 y 1000 dólares. Pero no estaba preparado para afrontar las pérdidas que ello conllevaba.

El gran tamaño que estaba usando junto con mis otros defectos me llevaron al hoyo en el que me metí.

Me deshice de mi ego y reduje la talla.

Esto me ayudó a realizar operaciones con menos miedo y poco a poco a empezar a desarrollar cierta coherencia.

Es, con diferencia, lo más importante que hice y el error más común que veo que comete la gente.

El viaje desde un agujero de 30.000 dólares hasta una rentabilidad constante no fue de la noche a la mañana.

Se necesitó perseverancia, resiliencia y un compromiso con el aprendizaje continuo.