Claro, profundicemos un poco más.

Los estándares de interoperabilidad de la Web 3, como DAO, desempeñan un papel crucial a la hora de conectar diversas redes y aplicaciones de blockchain. Por ejemplo, el Protocolo Interledger (ILP) es un estándar que tiene como objetivo facilitar las transacciones entre diferentes libros contables.

Ahora, con respecto a las DAO, imagine una organización descentralizada donde los miembros toman decisiones colectivamente a través de contratos inteligentes. Aragón es un marco de ejemplo que permite la creación de DAO. Los miembros pueden proponer y votar cambios en la organización, como propuestas de financiación o modificaciones a sus reglas, todo ello aplicado mediante contratos inteligentes.

Cuando estos estándares de interoperabilidad como ILP y marcos como Aragon están bien integrados, significa que los activos y las decisiones pueden fluir sin problemas entre diferentes redes blockchain, fomentando un ecosistema descentralizado más conectado y colaborativo.