$BTC

Los ETF, o fondos indexados cotizados, son productos financieros que permiten invertir en una cesta de valores representativos de un índice bursátil, como el CAC 40, el S&P 500 o el MSCI World. Ofrecen varias ventajas a los inversores, como simplicidad, liquidez, diversificación y bajos costes. Pero, ¿cómo funcionan los ETF y cómo se valoran?

## Cómo funcionan los ETF

Un ETF es emitido por una sociedad gestora que compra los valores que componen el índice de referencia, respetando su ponderación. Por ejemplo, para crear un ETF sobre el CAC 40, la sociedad gestora debe comprar las 40 acciones que lo constituyen, en proporción a su capitalización bursátil. El ETF cotiza entonces en una bolsa de valores, como una acción tradicional, y puede comprarse o venderse en cualquier momento del día, al precio de mercado.

El objetivo de un ETF es replicar lo más fielmente posible las variaciones de su índice de referencia, tanto al alza como a la baja. Se dice que un ETF se gestiona pasivamente porque no intenta superar su índice, a diferencia de los fondos activos, que seleccionan valores según criterios específicos. Por tanto, los ETF son transparentes, porque su composición se conoce de antemano y no cambia, excepto en caso de cambio en el propio índice.

## La evaluación de los ETF

El precio de un ETF está determinado por la oferta y la demanda del mercado, pero también depende del valor de los valores que lo componen. De hecho, un ETF representa una fracción de la cartera subyacente, que en sí misma tiene un valor. Este valor se denomina valor liquidativo o NAV (valor liquidativo). Corresponde a la suma de los valores de mercado de los valores en poder del ETF, dividida por el número de unidades del ETF en circulación.

La sociedad gestora calcula diariamente el valor liquidativo de un ETF y lo publica en su sitio web. Sirve como referencia para evaluar el rendimiento del ETF y comparar su precio con el de su índice. La diferencia entre la variación del ETF y la de su índice se llama error de seguimiento. Cuanto menor sea esta diferencia, más fiel será el ETF a su índice.

Hay dos tipos de ETF según cómo siguen su índice: ETF físicos y ETF sintéticos. Los ETF físicos en realidad contienen los valores del índice, mientras que los ETF sintéticos utilizan derivados, como swaps, para intercambiar el rendimiento del índice por el de otra cesta de valores. Los ETF sintéticos presentan riesgo de contraparte, es decir, el riesgo de que el emisor del swap no cumpla con sus compromisos.

## Las ventajas y riesgos de los ETF

Los ETF tienen muchos beneficios para los inversores, que incluyen:

- Simplicidad: un ETF proporciona acceso a una amplia gama de mercados, regiones, sectores o temas, en una sola transacción. Simplemente elija el índice que corresponda a su estrategia de inversión y compruebe la calidad del ETF que lo sigue.

- Liquidez: un ETF se puede comprar o vender en cualquier momento del día, al precio de mercado, a diferencia de los fondos tradicionales, que sólo se pueden negociar una o dos veces al día, al precio de cierre. La liquidez de un ETF depende de su volumen de operaciones, lo que refleja su éxito entre los inversores.

- Diversificación: un ETF permite reducir el riesgo específico vinculado a un único valor, invirtiendo en una cesta de valores diversificados. También le permite beneficiarse del rendimiento general de un mercado, sin tener que seleccionar acciones individuales. La forma más sencilla de diversificar su cartera es utilizar un ETF global, que rastrea un índice de miles de empresas de diferentes países.

- Bajos costes: un ETF tiene unas comisiones de gestión anuales significativamente más bajas que los fondos activos, porque no necesita un equipo de gestión ni un análisis de valores en profundidad. Las comisiones de gestión son generalmente inferiores al 1%, en comparación con alrededor del 2% para los fondos activos. Además, los ETF no tienen comisiones de entrada ni de salida, simplemente hay que pagar las comisiones de corretaje vinculadas a la transacción.

Los ETF también presentan riesgos que debe conocer antes de invertir, entre ellos:

- Riesgo de mercado: un ETF sigue las variaciones de su índice, que puede bajar o subir dependiendo de las condiciones económicas, políticas o geopolíticas. Por tanto, existe el riesgo de perder todo o parte del capital invertido, como ocurre con cualquier inversión en bolsa. Por tanto, es necesario ser consciente de la volatilidad del índice elegido y adaptar en consecuencia su horizonte de inversión.

- Riesgo de divisa: un ETF denominado en una moneda extranjera, como el dólar o la libra esterlina, está expuesto a las fluctuaciones del tipo de cambio frente al euro. El riesgo cambiario puede tener un impacto positivo o negativo en el rendimiento del ETF, dependiendo de si la moneda se fortalece o se debilita. Existen ETF con cobertura de divisas, que utilizan contratos de futuros para neutralizar los efectos de los cambios de divisas.

- Riesgo de contraparte: un ETF sintético, que utiliza instrumentos derivados para replicar su índice, está expuesto al riesgo de que el emisor de estos instrumentos no respete sus compromisos, en caso de quiebra o impago. Este riesgo está limitado por la normativa, que exige que los ETF sintéticos posean garantías, es decir, un conjunto de títulos de calidad, cuyo valor debe ser al menos igual al del swap.

## Conclusión

Los ETF son productos financieros innovadores que ofrecen a los inversores una nueva forma de acceder a los mercados de valores, mediante el seguimiento de las variaciones de un índice de referencia. Tienen muchas ventajas, como sencillez, liquidez, diversificación y bajos costes, pero también riesgos, que hay que conocer y controlar. Los ETF son aptos para todos los perfiles de inversor, ya sean principiantes o experimentados, y para todas las estrategias de inversión, ya sean conservadoras o dinámicas.