Sam Altman, director de OpenAI y uno de los autores de ChatGPT, fue despedido.
¡Guau!
El viernes, la junta directiva de la empresa se reunió y decidió que ya no era posible confiar en el gerente y que debía ser despedido inmediatamente. Eso fue hecho.
Los inversores de OpenAI, entre ellos Microsoft es el mayor, recibieron la noticia sin entusiasmo y calificaron la decisión de la junta como "una locura". La junta directiva, que sigue las mejores tradiciones conspirativas, se negó a hacer comentarios.
El despido de Altman fue quizás el tema más discutido en el mundo este fin de semana. Normalmente, los ejecutivos de las grandes empresas son despedidos de esta manera sólo en las películas de suspenso; en la vida real, la ética corporativa sugiere otros enfoques. En consecuencia, se puede suponer que el motivo del despido fue sumamente grave.
Esperaba que el verdadero motivo del despido se revelara este fin de semana, pero no sucedió, por lo que la intriga persiste.
Ahora el término "Inteligencia Artificial" está firmemente en uso. Creo que todavía es demasiado pronto para hablar de IA, todavía es una red neuronal. La red neuronal aprende navegando por un número casi infinito de páginas de Internet. Y eso me preocupa muchísimo.
Imagine a un niño criado ÚNICAMENTE con información de Internet. Escucha los consejos de los blogueros, sigue los abusos en las redes sociales... ¿Tiene alguna idea de lo traumático que se volvería el niño y de lo distorsionado moralmente que está?
Hoy en día, la red neuronal cumple funciones técnicas y, al menos, todavía no expresa una opinión. Hasta el momento, esta no es una opinión basada en creencias, sino una recopilación de información recopilada de diferentes fuentes. ¿Pero qué pasará mañana?
En medio de especulaciones apocalípticas sobre la inminente sustitución de la humanidad por la inteligencia artificial, el despido de Altman es siniestro. Espero alguna aclaración.
