Según Odaily, el índice de precios al consumidor (IPC) ponderado de Australia para julio registró una tasa anual del 3,5%, ligeramente por encima de las expectativas de los economistas del 3,4%. El promedio del indicador básico ajustado subió al 3,8%, por debajo del 4,1% del mes anterior. Este enfriamiento de los indicadores de inflación en julio sugiere que las presiones sobre los precios han comenzado a disminuir en el trimestre actual, lo que respalda la justificación del Banco de la Reserva de Australia (RBA) de mantener estables las tasas de interés.

El economista James McIntyre comentó: "En la reunión del 24 de septiembre, los datos del IPC probablemente serán el punto central de la revisión del banco central, junto con los datos del PIB del segundo trimestre. Prevemos que el RBA se mantendrá sin cambios, manteniendo una tendencia restrictiva para garantizar que las expectativas de inflación se mantengan bajo control".