Según PANews, Cosmos se enfrenta actualmente a importantes desafíos que han provocado una disminución del apoyo de la comunidad. Los principales problemas se derivan de problemas de gobernanza dentro de la Interchain Foundation (ICF), que supervisa el ecosistema Cosmos. Las acusaciones de mala gestión, conflictos de intereses y falta de transparencia han erosionado la confianza en la ICF. Los recientes llamamientos a una auditoría integral y a reformas de liderazgo ponen de relieve la gravedad de estas preocupaciones. Esta falta de transparencia puede indicar problemas más profundos dentro del ecosistema, lo que provoca una baja moral entre los desarrolladores y los usuarios, que se sienten frustrados por los retrasos burocráticos y la rigidez operativa. Además, existe una creciente desconexión entre los creadores del ecosistema y sus usuarios. Mientras los desarrolladores se centran en superar los límites tecnológicos, muchos usuarios se sienten desatendidos. El problema central es la intangibilidad de Cosmos, que dificulta que los usuarios se conecten con el ecosistema, lo que genera mayores demandas de claridad. Cosmos, que alguna vez fue pionero en el espacio blockchain con su visión de "cadenas de aplicaciones", ahora se encuentra perdiendo su ventaja competitiva. El auge de los rollups en Ethereum y Celestia ofrece a los desarrolladores opciones similares con los beneficios adicionales de comunidades establecidas y fondos de liquidez más profundos. Básicamente, Cosmos se está quedando atrás en una carrera que una vez lideró. Los desarrolladores buscan la flexibilidad que ofrece Cosmos, pero también desean los efectos de red prósperos que brindan Ethereum y Celestia. En última instancia, el éxito de Cosmos depende de su capacidad para crear valor tangible para los usuarios y fomentar un ecosistema de aplicaciones próspero. Si no logra abordar sus desafíos actuales de manera efectiva, este período puede verse como una oportunidad perdida. Con su tecnología pionera y su hoja de ruta visionaria, Cosmos tiene el potencial de dominar el espacio multicadena. Sin embargo, sin una ejecución adecuada, este potencial permanece sin realizarse. Cosmos está indudablemente en una encrucijada. Los conflictos internos, la devaluación de los tokens y la baja moral de la comunidad pintan un panorama sombrío, lo que lleva a algunos a ver a Cosmos como un experimento fallido.Sin embargo, no se trata de un callejón sin salida, sino de un punto de inflexión. Estos desafíos no son insuperables. Si Cosmos puede abordar estos problemas, podrá salir de esta crisis más fuerte que nunca. Avanzar requiere ajustes. El estudio de ecosistemas como Ethereum, Solana y Celestia puede proporcionar información valiosa. Estos ecosistemas destacan la importancia de la gobernanza y la confianza, el enfoque en el usuario, el empoderamiento de los desarrolladores y una visión clara. El ICF debe priorizar la reconstrucción de la confianza a través de la transparencia y la rendición de cuentas. La experiencia del usuario debe ser perfecta, convirtiendo a Cosmos en algo más que un "pueblo fantasma". Los equipos deben centrarse en crear productos que beneficien directamente a los usuarios. Los desarrolladores necesitan las herramientas y la libertad para crear aplicaciones excelentes, y Cosmos debe articular claramente su propuesta de valor única. Cosmos todavía tiene la oportunidad de ponerse al día, pero el momento de actuar es ahora.