Según Cointelegraph, Neal Stephenson, el autor más vendido del New York Times que acuñó el término "metaverso" en su novela de 1992, ha lanzado un protocolo de cadena de bloques llamado Lamina1. Este protocolo ahora se ha asociado con Wētā Workshop, una empresa de desarrollo de videojuegos y efectos especiales con sede en Nueva Zelanda reconocida por su trabajo en las trilogías de El Señor de los Anillos y El Hobbit, para embarcarse en un proyecto de creación de mundos basado en cadenas de bloques llamado "Artefact".

El proyecto "Artefact" tiene como objetivo crear un marco para el desarrollo de la propiedad intelectual (PI) y la creación de mundos participativos. Involucrará a los creadores de la comunidad a través del protocolo blockchain de Lamina1, invitándolos a explorar y expandir la tradición detrás de un conjunto de "Artefactos". Esta iniciativa se basará en temas y tradiciones de las obras literarias de Stephenson. Stephenson enfatizó que el proyecto no se trata solo de crear un nuevo mundo virtual, sino de establecer una infraestructura que permita la construcción de múltiples mundos. Destacó la colaboración con Wētā Workshop como un nuevo camino en la creación de mundos digitales, aprovechando la economía de creadores y el metaverso abierto de Lamina1 para proporcionar una base para el valor a largo plazo.

La directora ejecutiva de Lamina1, Rebecca Barkin, explicó su visión del metaverso dentro del proyecto. Describió el metaverso como un entorno virtual siempre activo en el que las personas pueden reunirse y participar en diversas historias, juegos y experiencias sin necesidad de usar auriculares. Barkin explicó que su creación de mundos implica la creación de un mundo imaginario expansivo con una historia, un entorno y personajes detallados, que atrae a la audiencia con elementos interactivos. También enfatizó la importancia de defender un metaverso abierto, que promueva la transparencia, la inclusión, la descentralización y la democratización, en contraposición a los metaversos centralizados.

En una entrevista anterior con Cointelegraph, Stephenson señaló que el metaverso está evolucionando de manera diferente a su visión original en su novela de 1992 'Snow Crash'. Si bien su concepto del potencial del metaverso permanece inalterado, los avances en la tecnología, como los gráficos tridimensionales asequibles y de alta calidad, han permitido un tipo de ejecución diferente al que imaginó inicialmente.