Según los informes de datos de Golden Ten, el índice integral de confianza del consumidor INSEE de Francia subió a 91 en julio y fue revisado al alza a 90 en junio. La confianza del consumidor mejoró, lo que sugiere que el crecimiento del ingreso real compensó los obstáculos políticos y económicos.

El sentimiento negativo de los consumidores sobre las finanzas personales y las perspectivas para los próximos meses disminuyó en julio. Las opiniones sobre la inflación de precios actual y a corto plazo también mejoraron, lo que demuestra que la actual tendencia a la baja de la inflación está elevando los ingresos de los hogares.

El IPC francés aumentó un 2,5% interanual el mes pasado, una desaceleración con respecto al mes anterior, y no se espera un nuevo aumento en julio. Si esta tendencia continúa en la zona del euro, se espera que el Banco Central Europeo reduzca las tasas de interés nuevamente este año.