Según Odaily, los bancos estadounidenses han expresado su preocupación por los posibles riesgos de inflación debido al fuerte gasto en el sector de servicios, un mercado laboral ajustado y la incertidumbre fiscal. A pesar de que el índice de inflación PCE se acerca gradualmente a su objetivo, la resistencia del crecimiento económico estadounidense y una brecha de producción positiva hacen que cualquier flexibilización monetaria parezca prematura. Esto respalda la opinión de que el ciclo de flexibilización podría comenzar en diciembre.

El impacto y la incertidumbre que rodean las elecciones estadounidenses podrían ser otra razón por la que Estados Unidos no quiera bajar las tasas de interés prematuramente. La perspectiva del sector bancario estadounidense sobre la situación económica proporciona una visión crucial del futuro potencial del panorama financiero del país. Las preocupaciones planteadas sobre los riesgos inflacionarios y la renuencia a bajar las tasas de interés resaltan prematuramente los desafíos que enfrenta la economía estadounidense. El posible inicio de un ciclo de flexibilización en diciembre podría indicar un cambio en la política monetaria, lo que tendrá implicaciones significativas para las economías estadounidense y mundial.