Según U.Today, el futuro de Ethereum parece prometedor debido a cinco razones de peso. En primer lugar, el ecosistema de Ethereum es superior a las aplicaciones de capa 2 (L2) de Bitcoin en términos de funcionalidad y experiencia de usuario. A pesar del desarrollo de las aplicaciones L2 de Bitcoin, Ethereum sigue siendo la plataforma preferida para los desarrolladores debido a su ecosistema maduro y su mayor aceptación.

En segundo lugar, la posible clasificación de Ethereum como valor por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) puede no ser una cuestión fundamental. Incluso si Ethereum enfrenta obstáculos regulatorios, su importante papel en los sectores financiero y tecnológico, respaldado por el apoyo de las grandes empresas tecnológicas y los administradores de activos financieros tradicionales, sugiere que podría resistir desafíos potenciales.

En tercer lugar, a pesar de que Solana está marcada como una plataforma blockchain más escalable con un crecimiento más rápido en aplicaciones, conlleva riesgos técnicos y menos diversidad en la base de clientes en comparación con Ethereum.

En cuarto lugar, las principales instituciones financieras como Visa, MasterCard, JP Morgan y Citibank han explorado soluciones blockchain independientes de Ethereum. Sin embargo, la interoperabilidad y la red establecida de Ethereum podrían eventualmente atraer a estos gigantes. La capacidad de Ethereum para operar a escala global sin confianza lo convierte en una columna vertebral atractiva para futuras operaciones financieras.

Por último, contrariamente a la idea errónea de que el valor se acumula principalmente en las tecnologías de capa 2 y no en el propio Ethereum, Ethereum y sus soluciones de capa 2 disfrutan de una relación simbiótica. El éxito de las aplicaciones que se ejecutan en la red de Ethereum mejora el valor de la plataforma central, de forma similar a cómo los ferrocarriles se benefician de los negocios que permiten.