Según BlockBeats, las preocupaciones sobre el rápido aumento de la deuda pública estadounidense se han identificado como una razón parcial del reciente aumento de los precios de Bitcoin y el oro. A pesar de esto, el mercado del Tesoro estadounidense sigue siendo relativamente optimista sobre las perspectivas fiscales del país. El déficit presupuestario de EE. UU. para el año fiscal 2023 se ha ampliado a 1,7 billones de dólares y se espera que alcance los 2,6 billones de dólares en 2034. Al mismo tiempo, se prevé que la deuda pública de EE. UU. alcance el 106 % del PIB en 2028, cifra superior al 97 % en el año fiscal 2023. Desde 2007, la escala de la deuda estadounidense se ha disparado de 5 billones de dólares a 27 billones de dólares.

La creciente deuda del gobierno estadounidense ha atraído más atención, y los pagos de intereses ocupan una proporción mayor, a veces incluso superando el gasto en defensa. Esta tendencia de deterioro ha impulsado la demanda de Bitcoin y oro, que a menudo se utilizan como herramientas para protegerse contra la inflación y la caída del poder adquisitivo del dólar. Brad Bechtel, director global de divisas de Jefferies, afirmó que las preocupaciones sobre el ciclo de la deuda estadounidense y la devaluación de la moneda legal han impulsado la narrativa sobre Bitcoin y el oro, lo que ha llevado a los inversores a asignar más a estos activos.

Lawrence H. White, profesor de economía de la Universidad George Mason, cree que el interés en Bitcoin y el oro también se debe a la intensificación de la turbulencia inflacionaria. Lo que es más preocupante es que la deuda y los déficits siguen aumentando en tiempos de paz y pleno empleo, lo que podría desencadenar un mayor aumento de la deuda durante la próxima recesión. Además de los riesgos de cobertura, el aumento de los precios de Bitcoin también se ve influenciado por el lanzamiento de nuevos ETF y el próximo evento de reducción a la mitad. El oro, por otro lado, ha alcanzado un máximo histórico debido a las expectativas de recortes de las tasas de interés por parte de los bancos centrales y la demanda de diversificación de las reservas de divisas. A pesar de esto, el rápido deterioro de la situación fiscal estadounidense sigue siendo una gran preocupación para algunos inversores.

El estratega de mercado Michael Hartnett señaló que los recientes máximos del oro y las acciones tecnológicas indican que Estados Unidos podría tener que adoptar políticas como el control de la curva de rendimiento para evitar una crisis de deuda. Sin embargo, Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, afirmó que varios indicadores del actual mercado de bonos del Tesoro muestran que los bonos aún no han reflejado el deterioro esperado en las perspectivas fiscales. Los inversores todavía consideran al dólar como una moneda de reserva y a los bonos estadounidenses como activos relativamente seguros. Si se buscan activos libres de riesgo a gran escala, el mercado de bonos estadounidense sigue siendo la primera opción.