Según Coincu, datos recientes revelan que Dogecoin (DOGE) actualmente muestra una volatilidad a 30 días más baja, del 30%, en comparación con el 35% de Bitcoin (BTC), lo que marca un cambio en la estabilidad de precios entre las dos criptomonedas. A pesar de ser históricamente más volátil que Bitcoin, DOGE ha mostrado relativamente menos turbulencia de precios recientemente, con los precios de BTC subiendo un 60% este año, mientras que DOGE ha experimentado una modesta caída de poco más del 12%. Datos recientes de TradingView han revelado un cambio notable en el panorama de las criptomonedas relacionado con una de las memecoins más famosas, Dogecoin.

Dogecoin (DOGE) muestra actualmente una volatilidad real anualizada de 30 días más baja, también conocida como volatilidad histórica, del 30 %, en contraste con la volatilidad de Bitcoin (BTC), que se sitúa en el 35 %. Este dato significa un cambio en la estabilidad relativa de precios de estas dos criptomonedas. La volatilidad realizada, medida como la desviación estándar de los cambios porcentuales diarios en el precio de un activo durante un período específico, sirve como un indicador crucial de las fluctuaciones de precios en el mercado de cifrado. Los datos de TradingView indican que los movimientos de precios de DOGE han sido comparativamente menos turbulentos que los de Bitcoin durante los últimos 30 días.

La divergencia en la volatilidad entre DOGE y BTC es particularmente significativa si se consideran sus respectivas tendencias de precios este año. Según datos de CoinDesk, mientras que Bitcoin experimentó un aumento sustancial de precio del 60% en 2023, DOGE experimentó una caída relativamente modesta de poco más del 12%. Este desempeño divergente subraya la dinámica cambiante dentro del mercado de las criptomonedas. Históricamente, Dogecoin se ha asociado con una mayor volatilidad que Bitcoin, lo que ha disuadido a los inversores reacios al riesgo. Esta percepción no es infundada, dado que Bitcoin se ha consolidado como un macro activo desde su creación en 2009, con una creciente participación institucional en los últimos años. Por otro lado, DOGE a menudo ha sido visto como un proyecto de criptomonedas desenfadado y poco serio desde su lanzamiento en 2013.