El camino es silencioso, cada familia tiene un entorno diferente. La educación de los miembros de la familia y las personas y cosas con las que uno se encuentra durante su crecimiento son diferentes. Esto lleva a que cada persona tenga una forma de pensar y una comprensión distintas. Interactuar y debatir con personas de diferentes niveles es simplemente un consumo innecesario. El sabio no habla, las palabras deben dirigirse a las personas adecuadas. Solo aquellos en la misma frecuencia pueden entenderse, respetarse y atraerse mutuamente.