Opinión de: Michael Carbonara, CEO de Ibanera
Cada año, se estima que entre $800 mil millones y $2 billones son blanqueados a nivel global, lo que representa entre el 2% y el 5% del producto interno bruto global. El dinero circula a través de los bancos más grandes del mundo, cuyas sanciones por fallos regulatorios a menudo son noticia de primera plana. TD Bank acumuló $3 mil millones en cargos por supuestos fallos en la Ley de Prevención del Blanqueo de Dinero (AML) en el último trimestre. Citigroup fue multado con $136 millones por “progreso insuficiente hacia el cumplimiento.” Incluso el disruptor Starling Bank, que celebró su décimo aniversario este año, fue multado con $39 millones el mes pasado por un filtrado AML “increíblemente laxo.”
A primera vista, el cumplimiento puede parecer sencillo: implementar Conozca a Su Cliente (KYC), verificar la legitimidad y monitorear cada transacción para prevenir actividades ilícitas. Estos principios básicos deberían ser fáciles de implementar, especialmente para algunos de los bancos más grandes del mundo. Ese no es el caso.
Fallos de cumplimiento como una amenaza competitiva
A medida que el paisaje fintech continúa creciendo, estos fallos de cumplimiento se están convirtiendo en una amenaza competitiva para los actores más establecidos de la industria. Ahora están siendo superados por desafiantes innovadores que han incorporado el cumplimiento en su ADN.
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Con demasiada frecuencia, la debida diligencia de cumplimiento queda a un lado. Aquellos en la línea de fuego señalarán desafíos como la falta de financiación, recursos insuficientes o el talento inadecuado. A pesar de las señales de advertencia de los reguladores y fiscales, las multas se acumulan antes de que se pueda hacer algo. Los bancos que luchan por equilibrar el riesgo y no logran cumplir con los estándares de cumplimiento en evolución enfrentan sanciones por incumplimiento, lo que erosiona su reputación cuanto más tiempo permanezca sin resolverse el problema.
El desafío de lograr un cumplimiento total es comprensible. Tradicionalmente, como a menudo es el caso hoy, los procesos de cumplimiento llevan tiempo. La incorporación, verificación y evaluación de clientes sigue siendo un proceso principalmente manual, que muchos grandes bancos luchan por escalar junto con volúmenes crecientes de transacciones.
Para los grandes bancos, los reguladores han sido ciertamente más estrictos, dada su influencia significativa en el mundo financiero y su presencia establecida en los mercados globales. Barclays, por ejemplo, no reveló detalles sobre su recaudación de capital con entidades qataríes durante la crisis financiera de 2008. Estos bancos han soportado la mayor parte del escrutinio elevado, con las autoridades más enfocadas en los actores más prominentes en lugar de aplicar una red amplia sobre la industria. Eso es comprensible, considerando que los principales bancos tienen una participación del 32% del mercado en gestión de patrimonio global.
Procesos KYC y filtrados AML
La tecnología está evolucionando para abordar los desafíos manuales del cumplimiento. Los procesos KYC y los filtrados AML están convirtiéndose cada vez más en automáticos, con plataformas que ofrecen adaptabilidad integrada para mantener los sistemas actualizados y alineados con las últimas regulaciones globales. Muchas organizaciones están integrando esto como parte de un movimiento más amplio para re-priorizar el cumplimiento, incrustándolo en la columna vertebral de sus servicios financieros.
Este concepto de “cumplimiento anidado” construye una cultura que pone el cumplimiento en primer lugar en lugar de ser un “extra.”
Estamos entrando cada vez más en una era en la que los bancos tradicionales son superados por plataformas desafiantes en los servicios que ofrecen y su enfoque hacia el cumplimiento.
Las ofertas desafiantes utilizan tecnología emergente como blockchain e inteligencia artificial para mejorar la eficiencia de procesos tediosos y mejorar los informes, lo que permite a los operadores tomar decisiones más decisivas. La IA, en particular, está a punto de cambiar significativamente cómo operan y gestionan el cumplimiento las fintechs y los bancos, si deciden adoptarla. A través del mantenimiento de exhaustivas auditorías y la detección de anomalías en tiempo récord, la IA está transformando la eficiencia y la precisión de las operaciones de cumplimiento.
Esta fortaleza permite a las instituciones establecer políticas y prácticas sólidas y contar con las herramientas para operar de manera eficiente dentro de su marco. Mientras tanto, otros disruptores superarán las plataformas tradicionales en usabilidad móvil y diseño de UX, adoptando sin problemas integraciones automatizadas e inteligentes que aseguran el cumplimiento.
Los nuevos entrantes en la industria financiera global se benefician de la agilidad tecnológica: la capacidad de adaptar soluciones para satisfacer muchas demandas de clientes de nicho. Han aprendido de los errores de los grandes actores, que son continuamente castigados por incumplimiento.
A medida que estos desafiantes continúan desarrollando sus plataformas, están aprendiendo una lección crucial de los grandes bancos: Vale la pena cumplir.
TD y Citibank pueden ser capaces de absorber sus multas, pero la necesidad de ser compliant seguirá presente. Hasta que los bancos dejen de arriesgarse en exceso, corren el riesgo de que les quiten el suelo bajo sus pies, ya que los disruptores con prácticas más robustas los superan en el aspecto más inesperado: el cumplimiento.
Michael Carbonara es el CEO de Ibanera y un líder empresarial con experiencia en la navegación de entornos regulatorios complejos y establecimiento de licencias a nivel global.
Este artículo es solo para fines de información general y no está destinado a ser ni debe ser considerado como asesoría legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.