El martes, en su propiedad de Florida, Mar-a-Lago, el presidente Donald Trump anunció un acuerdo de 20 mil millones de dólares con Hussain Sajwani de Damac Group para construir centros de datos de inteligencia artificial de última generación en todo Estados Unidos.
Trump no perdió tiempo en promocionar el anuncio. La primera fase del proyecto se centra en ocho estados: Texas, Arizona, Oklahoma, Luisiana, Ohio, Illinois, Michigan e Indiana. Estos centros de datos impulsados por inteligencia artificial, según Trump, colocarán a Estados Unidos en la cima de la escalera tecnológica mundial.
“Así es como nos mantenemos a la vanguardia de la inteligencia artificial y la tecnología avanzada”, dijo Trump, de pie frente a las cámaras en su lujoso resort.
¿Qué se puede comprar con 20.000 millones de dólares?
Sajwani dijo: “Estamos planeando invertir 20 mil millones de dólares, tal vez incluso más si el mercado lo permite”. Los centros se encargarán de todo, desde el suministro de energía a sistemas avanzados de aprendizaje automático hasta el procesamiento de conjuntos de datos masivos para industrias que van desde la atención médica hasta los automóviles autónomos.
Pero el acuerdo no se limitó a una cuestión de dinero. Trump prometió reducir los trámites burocráticos y acelerar la tramitación de permisos y aprobaciones ambientales para que estos proyectos avancen. Afirmó que su regreso al poder ha inspirado a inversores extranjeros como Sajwani a inyectar dinero en la economía estadounidense.
Trump ya señala este acuerdo como prueba de la “revolución económica” que prometió durante su campaña. Este no es el primer megaacuerdo tecnológico que el presidente cierra desde que ganó las elecciones.
En diciembre, Trump se reunió con el director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son, para anunciar un plan de inversión de 100.000 millones de dólares para los próximos cuatro años. El mensaje de Trump fue claro: bajo su liderazgo, Estados Unidos se convertirá en el destino definitivo de la tecnología y la innovación.
Su estrategia económica consiste básicamente en recortar los impuestos corporativos, desmantelar las regulaciones y presionar a las empresas extranjeras para que construyan en suelo estadounidense. La estrategia de línea dura de Trump (utilizando aranceles para proteger a las industrias estadounidenses y amenazando con sanciones a las empresas que fabriquen en el extranjero) está asustando a algunos líderes empresariales.
Pero otros, como Sajwani y Son, lo ven como un billete de oro para entrar en el mercado de consumo más grande del mundo. Trump también ha prometido liberar todas las formas de energía (combustibles fósiles, nucleares y renovables por igual) para satisfacer las crecientes demandas de infraestructura de IA.
El CEO de Nvidia se suma a la fiesta
Mientras Trump y Sajwani invierten miles de millones de dólares en infraestructura, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, analiza cómo estos avances podrían afectar el crecimiento gigantesco de su empresa. Nvidia es el principal fabricante de chips de inteligencia artificial del mundo y ha estado a la vanguardia de la innovación en hardware de inteligencia artificial.
En una reciente entrevista con Bloomberg, Huang dijo que está ansioso por trabajar con la nueva administración, que aún no se ha comunicado con él. “Le brindaremos toda la información que podamos”, dijo.
Las políticas comerciales de Trump podrían hacer o deshacer las ambiciones globales de Nvidia. La empresa ya enfrenta fuertes restricciones para vender sus chips de alta potencia a China. Si Trump redobla la apuesta por los aranceles, Nvidia podría tener que repensar su estrategia.
Lo que Biden está dejando atrás
En sus últimas semanas, la administración Biden se apresura a implementar nuevas reglas para facilitar que las empresas obtengan permisos para proyectos de energía geotérmica. Estas reglas son parte de un esfuerzo mayor para impulsar la infraestructura para los centros de datos de IA, según personas con información privilegiada.
El plan, que podría presentarse la semana próxima, incluye la creación de un sistema competitivo para construir centros de datos en terrenos federales y acelerar las aprobaciones de proyectos de energía geotérmica y nuclear. Los detalles aún se están ultimando y el cronograma podría cambiar, dijeron fuentes que hablaron de forma anónima.
Pero Trump ha insinuado que podría revertir estas políticas de un plumazo. Las órdenes ejecutivas de Biden sobre seguridad y protección de la inteligencia artificial también están en la mira de Trump. Mientras que Biden buscaba regular la industria, el enfoque de Trump se centra en el crecimiento, la competencia y la velocidad.
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