En las noches de insomnio, lo que puede consolar a una persona definitivamente no son los logros que ya ha obtenido.
Sino el sufrimiento y las dificultades que ha enfrentado en el camino, así como el verdadero cariño que ha dado.
Si una persona llega hasta el último momento y mira hacia atrás en su vida,
lo que le puede hacer sentir orgulloso no es solo las ventajas que ha obtenido o el dinero que ha ganado, sino esos días en los que se mantuvo en silencio por sus ideales.