Todos los seres humanos tienen emociones; cuando sube no pueden controlar la avaricia, y cuando baja no pueden soportar el pánico. Comprar alto y vender bajo, rápidamente perderán todo. El atractivo de los contratos es que el precio no cambia, pero el dinero se ha ido. Si la situación mejora, con contratos a largo plazo, puede que pierdan cada vez más, se queden atrapados cada vez más, y cuando no puedan soportarlo más, liquidarán sus posiciones.