La tasa de hash de Bitcoin, que representa el total de poder computacional que asegura su red, ha alcanzado recientemente niveles sin precedentes. A finales de 2024, se disparó a aproximadamente 769.8 exahashes por segundo (EH/s), lo que indica una red robusta y segura.
Este aumento se atribuye a los avances en la tecnología de minería, la mayor adopción de energía renovable y la participación incrementada de los mineros. Una tasa de hash más alta mejora la seguridad de Bitcoin al hacerlo más resistente a ataques, como el ataque del 51%, reforzando así la integridad de la red.
El aumento de la tasa de hash también impacta en la dificultad de la minería, que se ajusta para asegurar una tasa consistente de adición de bloques a la cadena de bloques. A medida que la tasa de hash aumenta, la dificultad de la minería también se eleva, manteniendo el equilibrio en la producción de bloques.
Si bien una tasa de hash más alta significa una red más segura, también refleja un mayor consumo de energía, lo que plantea consideraciones ambientales. No obstante, el aumento actual de la tasa de hash subraya la creciente adopción de Bitcoin y el compromiso creciente de los mineros con la seguridad y estabilidad de la red.