#BitcoinHashRateSurge

Bajo el presidente electo Donald Trump, las criptomonedas están entrando en una nueva y prometedora fase. Las promesas de campaña, como establecer una “reserva estratégica de Bitcoin” y nombrar al defensor de las criptomonedas de larga data Paul Atkins en posiciones clave, han generado esperanzas de un entorno regulatorio más amigable con las criptomonedas. Este optimismo ya ha empujado los precios de Bitcoin más allá de la marca de $100,000 poco después de la victoria electoral de Trump.

Los expertos predicen que la relajación de las regulaciones podría llevar a una mayor adopción por parte de las instituciones financieras tradicionales y permitir que la industria de las criptomonedas se expanda. Sin embargo, siguen existiendo riesgos. Eswar Prasad de la Institución Brookings advierte que la creciente integración entre las criptomonedas y el sistema financiero tradicional podría conducir a una inestabilidad significativa en caso de choques en el mercado. Hilary Allen, profesora de la Universidad de Washington, advierte que las criptomonedas podrían convertirse en una “bomba de tiempo” si están profundamente integradas en el sistema financiero.

Bajo la administración de Trump, la industria de las criptomonedas espera cambios de políticas significativos en comparación con el endurecimiento regulatorio experimentado bajo el presidente Biden. Las empresas de criptomonedas están abogando por marcos legales más claros, lo que atraería inversiones institucionales y mejoraría la legitimidad del mercado.

A pesar de las vastas oportunidades, la industria enfrenta desafíos para equilibrar el crecimiento con la gestión de riesgos. Los expertos argumentan que la combinación de políticas amigables e inversión institucional podría transformar las criptomonedas de una clase de activos marginal a un componente central del sistema financiero global.