La razón por la que la gente del país no puede levantarse es precisamente porque los promotores del proyecto son demasiado inteligentes, saben cómo evaluar la situación y ante el más mínimo cambio, se van. En cambio, los extranjeros, debido a que tienen una visión lo suficientemente amplia y son lo suficientemente tontos, a menudo pueden beneficiarse de las tendencias en el mundo de las criptomonedas.