Jordania ha aprobado su Política de Tecnología Blockchain 2025 para modernizar las operaciones gubernamentales, mejorar la prestación de servicios y reducir costos. La política enfatiza la seguridad de los datos, la privacidad y la transparencia, mientras que busca fortalecer la confianza pública en los servicios gubernamentales.
El objetivo principal es integrar la tecnología blockchain en la administración pública, permitiendo una gestión segura y eficiente de los procesos gubernamentales. Al aprovechar las capacidades de automatización y verificación en tiempo real de blockchain, Jordania busca optimizar las tareas administrativas, minimizar los costos operativos y mejorar la eficiencia del servicio tanto para empresas como para ciudadanos. Esta iniciativa se alinea con el plan de modernización económica más amplio de Jordania, con la esperanza de impulsar la competitividad en varios sectores.
Un enfoque clave de la política es desarrollar habilidades especializadas en blockchain entre la población y apoyar a las startups locales en el espacio blockchain. El gobierno planea crear programas de capacitación y fomentar la innovación en el sector, formando una fuerza laboral experta en tecnología que pueda contribuir a la transformación digital del país. Además, la política prioriza la protección de los datos de los ciudadanos en respuesta a las crecientes preocupaciones globales sobre ciberseguridad y privacidad.
El gobierno cree que blockchain no solo mejorará la eficiencia, sino que también atraerá inversión extranjera. Se espera que una infraestructura mejorada y un entorno digital seguro posicionen a Jordania como un jugador competitivo en la economía digital global. Los procesos transparentes y los registros verificables reducirán los riesgos de corrupción y aumentarán la responsabilidad en los servicios públicos.
Este no es el primer compromiso de Jordania con la tecnología blockchain. En 2022, en medio del aumento del desempleo, muchos ciudadanos recurrieron al comercio e inversión en criptomonedas como una red de seguridad financiera. La última política del gobierno se basa en esa tendencia, ofreciendo un enfoque más estructurado para la adopción de blockchain a nivel nacional.
El movimiento de Jordania refleja una creciente tendencia regional en el Medio Oriente hacia la integración de blockchain. En Siria, el gobierno de transición propuso recientemente legalizar Bitcoin y digitalizar la libra siria como parte de los esfuerzos para estabilizar la economía y atraer inversores globales. De manera similar, Dubái ha tomado importantes medidas para incorporar la tecnología blockchain en su infraestructura financiera. La Autoridad de Servicios Financieros de Dubái (DFSA) otorgó a Ripple una aprobación en principio para operar dentro del Centro Financiero Internacional de Dubái (DIFC), permitiendo soluciones de pago de extremo a extremo en los EAU.
Además, la Fundación TON se registró en el Mercado Global de Abu Dabi (ADGM) para establecer un marco legal para sus operaciones de tecnología de libro mayor descentralizado. Estos pasos señalan la creciente dependencia del Medio Oriente en blockchain para el desarrollo económico y el avance tecnológico.
Se espera que la política de blockchain de Jordania traiga beneficios a largo plazo al mejorar la eficiencia del sector público, reducir la burocracia y aumentar la diversificación económica. A medida que la economía digital global continúa creciendo, el enfoque estratégico de Jordania en blockchain lo posiciona para seguir siendo competitivo y resiliente en un paisaje en evolución. Sin embargo, la implementación exitosa dependerá de superar desafíos como construir infraestructura digital, abordar preocupaciones regulatorias y fomentar la colaboración entre los sectores público y privado.
El gobierno jordano se mantiene optimista sobre el potencial de la tecnología blockchain para redefinir la gobernanza y la administración pública. Con un fuerte énfasis en la transparencia, la seguridad de los datos y la innovación económica, la política de blockchain de Jordania establece una base para el crecimiento sostenible y el progreso tecnológico.