¿Cómo gestionan su mentalidad los jugadores de élite?
1. Aceptar las fluctuaciones, no aspirar a la perfección. El mundo de las criptomonedas es sinónimo de subidas y bajadas drásticas; los expertos ya han aceptado la incertidumbre del mercado. Tanto si sube como si baja, entienden que siempre hay ciclos en el mercado y no es necesario aprovechar todas las oportunidades. En lugar de desear acertar en todo, es mejor garantizar una estabilidad a largo plazo.
2. Establecer objetivos, desdibujar ganancias y pérdidas. Antes de cada operación, establecen claramente los puntos de toma de ganancias y de pérdidas; si las ganancias alcanzan el objetivo, detienen la operación con decisión, y si las pérdidas tocan el límite, no se aferran a la batalla. Ven más allá, se enfocan en la tasa de éxito y el rendimiento general, en lugar de en las subidas y bajadas momentáneas.
3. Controlar las emociones, alejarse de la psicología de masas. No temen durante las grandes caídas, ni son codiciosos durante las grandes subidas; esta es la regla de oro de los expertos en criptomonedas. Siempre utilizan la razón para suprimir las emociones, no persiguen subidas ni venden en caídas, y no son influenciados por el FOMO (miedo a perderse algo) ni por el FUD (miedo, incertidumbre y duda).
4. Mantenerse en el plan, rechazar la operación descontrolada. Operar sin un plan es un juego de apuestas destinado al fracaso. Los expertos saben que un plan es más importante que el mercado; incluso si son golpeados en el corto plazo, no cambian arbitrariamente su estrategia a largo plazo.
5. Reservar tiempo sin posiciones, permitirse descansar. Siempre luchando en el mercado, tarde o temprano las emociones los arrastrarán. Los expertos comprenden el valor del descanso, utilizan el tiempo sin posiciones para revisar estrategias, ajustar su estado de ánimo y esperar la próxima verdadera oportunidad.
En el mundo de las criptomonedas, la técnica es sin duda importante, pero la mentalidad de élite es la base de la supervivencia. El trading es como un maratón; el ganador no es el que explota más rápido, sino el que corre de manera más estable.