En el mundo de las criptomonedas, el fenómeno ampliamente conocido de la "regla del 80/20" indica que el 80% del tiempo el mercado puede mostrar un rendimiento plano, mientras que las verdaderas oportunidades de lucro se concentran en el 20% del tiempo. Debido a la volatilidad extrema del mercado que es difícil de predecir, los inversores deben mantener siempre un cierto nivel de participación en el mercado. Esto no significa que deban esperar a que el mercado suba para invertir todo su capital, sino que deben mantener posiciones más pesadas cuando el mercado está en alza y posiciones ligeras cuando el mercado está en baja, actuando de acuerdo a la tendencia.
Sin embargo, muchas personas adoptan la estrategia opuesta. Tienden a aumentar gradualmente su posición cuando los precios suben, y este enfoque en forma de pirámide invertida hace que las posiciones se vuelvan cada vez más pesadas en los máximos. Cuando el mercado se invierte, a menudo sufren grandes pérdidas debido a sus posiciones pesadas. Este comportamiento es muy similar al juego: apuestan poco cuando están en ganancias, acumulando pequeñas ganancias; pero al hacer apuestas grandes, una caída del mercado puede devorar toda su acumulación.
Hay un proverbio clásico en la inversión en mercados: "Cuando otros tienen miedo, yo soy codicioso; cuando otros son codiciosos, yo tengo miedo." En los máximos del mercado, cuando la mayoría de la gente corre a comprar, uno debe salir con determinación y ceder sus fichas; y en los mínimos del mercado, recuperar las fichas con calma. Este enfoque de inversión contraria, aunque va en contra de la naturaleza humana y resulta incómodo, se alinea con las reglas del mercado. Después de todo, suelen ganar aquellos pocos que pueden actuar en contra de la naturaleza humana.
La codicia generalmente proviene del deseo de recuperar pérdidas pasadas a través de un aumento continuo del valor de un activo, por lo que cuando los precios suben constantemente, no quieren vender; esta es una psicología típica de los apostadores. La verdadera sabiduría radica en entender: al comer pescado, solo se necesita comer la parte media; no vale la pena perseguir en exceso la cabeza y la cola del pescado. Aprender a renunciar con decisión en el momento adecuado es lo que permite lograr ganancias estables.
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