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Hay una creencia falsa—y, argumentaría, peligrosa—de que en DeFi, una sólida experiencia de usuario no puede lograrse sin algún grado de centralización. Es comprensible por qué algunos creen esto; plataformas centralizadas como Coinbase y Binance son conocidas por sus interfaces intuitivas y accesibles para los usuarios cotidianos. Sin embargo, los sistemas centralizados a menudo se quedan cortos en áreas como transparencia y seguridad.
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Es tentador para los proyectos de DeFi, que ya han escuchado incontables veces que la experiencia de usuario es la pieza que falta para la adopción de web3, priorizar la accesibilidad sobre la transparencia y la seguridad con el fin de atraer usuarios. Pero esos estándares de seguridad más bajos probablemente les pasarán factura algún día.
Ya sea cierto o exagerado, el mensaje de que la experiencia de usuario es la pieza final para el éxito de web3 empuja a demasiados desarrolladores de DeFi a pensar que tienen que sacrificar la descentralización, lo cual iría en contra de la propia naturaleza y razón de ser de DeFi.
Esa visión es defectuosa. La descentralización no puede—y no necesita ser—sacrificada por una experiencia de usuario más fluida. DeFi puede—y debe—tener ambas.
Un recordatorio de lo que sucede cuando sacrificamos la descentralización
Las entidades centralizadas en cripto han demostrado repetidamente sus límites. Escándalos como el colapso de Three Arrows Capital (3AC) y Celsius demostraron cómo las entidades centralizadas no logran ofrecer la fiabilidad y transparencia que los usuarios esperan—y pueden tener consecuencias desastrosas. Como vimos con la caída de FTX, la centralización permitió una mayor opacidad, que ocultó la toma de decisiones imprudentes de la vista pública y envió ondas de choque a través de la industria cuando miles de millones en activos de usuarios desaparecieron. Los usuarios de FTX estaban ciegos a los riesgos hasta que fue demasiado tarde.
Ese no es el caso de los protocolos descentralizados, cuya transparencia los mantiene responsables. Todas las transacciones son visibles en la cadena, dando a los usuarios información y garantías que no existen en sus contrapartes centralizadas. Los protocolos DeFi como Aave, que han estado en operación durante casi una década (desde 2017), demuestran la viabilidad de las soluciones descentralizadas.
Eso no significa que los sistemas descentralizados sean infalibles—eventos como el colapso de Terra en 2022 mostraron que la descentralización no garantiza el éxito. Pero al menos cuando los protocolos descentralizados fallan, lo hacen con transparencia. Los usuarios tienen cierto grado de visibilidad y la capacidad de mantener a esos sistemas responsables cuando algo parece estar mal.
La descentralización no es incompatible con la experiencia de usuario
Dada la importancia de la descentralización en DeFi, está claro que no se puede sacrificar por una mejor experiencia de usuario. Tampoco tiene que ser así.
Ya estamos viendo pruebas de eso. Las mejoras en contratos inteligentes, soluciones de Capa 2 y diseños de billeteras intuitivas están transformando la experiencia de usuario en DeFi sin requerir que los proyectos sacrifiquen la descentralización, como hemos visto con la billetera de Uniswap y Unichain L2.
El desafío obvio de lograr una sólida experiencia de usuario en DeFi es la juventud de la industria. Las aplicaciones centralizadas, que a menudo son estructuras web2 con características cripto añadidas, ofrecen naturalmente una experiencia más fluida hoy en día porque los desarrolladores tienen décadas de experiencia en UX web2 para construir. Ese no es el caso de los marcos descentralizados, que vienen con dificultades únicas de escalabilidad, fragmentación y cumplimiento. Estos desafíos están siendo abordados y solucionados activamente.
¿Contra qué estamos midiendo DeFi?
Cómo determinamos el buen versus el mal UX también es una consideración importante, especialmente cuando tantos critican a DeFi por ser demasiado complejo. ¿No es ese el caso, sin embargo, para TradFi?
Gestionar múltiples cuentas en diferentes intercambios o intentar mover activos de un bróker a otro no son experiencias fluidas. DeFi apunta a simplificar estos procesos a través de una mayor interoperabilidad mientras introduce los beneficios adicionales de transparencia, ausencia de confianza y control del usuario. Su experiencia de usuario puede que aún no esté a la par con las interfaces web2, pero se está acercando. A medida que las herramientas y protocolos continúan madurando, también lo hará la experiencia del usuario.
No puede ser esto o aquello. Necesitamos ambos
El futuro de las finanzas no debería implicar elegir entre la conveniencia centralizada y la seguridad descentralizada. Necesitamos exigir ambas, especialmente a medida que reconocemos los fracasos de las entidades centralizadas y la necesidad de una mayor transparencia.
La brecha de UX en DeFi se está reduciendo. Incluso si no se cierra mañana o pasado mañana, llegará un día en que los usuarios no necesitarán elegir entre una plataforma fácil de usar y la seguridad. Tendrán ambas, y por eso necesitamos enfocar nuestros esfuerzos en construir ese futuro.
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Autor: Karel Kubat
Karel Kubat es el cofundador de Union, el primer puente completamente sin confianza impulsado por tecnología de conocimiento cero. Karel ha estado codificando contratos inteligentes desde 2016, comenzando con Solidity y luego expandiéndose a Rust y Go en 2018. Basándose en su profunda experiencia tecnológica y su formación en Ingeniería de Sistemas, Karel desarrolló el Protocolo IBC en Substrate (Polkadot) y ahora está comprometido a llevar interoperabilidad, seguridad y ausencia de confianza a web3—y al mundo— a través de su trabajo en Union.
