A medida que Bitcoin alcanza máximos históricos, el concepto de tokenización—crear representaciones digitales de activos del mundo real en blockchains—está capturando nuevamente la atención en círculos financieros y de criptomonedas. Largamente promocionada como una tecnología transformadora, la tokenización ha visto tanto promesas de revolucionar los mercados de activos tradicionales como períodos de lento progreso. Sin embargo, los desarrollos recientes indican un resurgimiento del interés, particularmente entre los principales actores financieros.
Según un informe de Olga Kharif y Yizhu Wang para Bloomberg, a pesar de años de creciente discusión, la adopción de la tokenización ha sido limitada. Según el rastreador de datos rwa.xyz, solo el 0.003% de los activos globales están tokenizados. La mayoría de los participantes en este espacio, alrededor de 67,530 entidades, son instituciones. Las categorías de activos más allá de las stablecoins, como los valores tokenizados, han luchado por ganar tracción, y muchas empresas involucradas en estos proyectos enfrentan dificultades financieras.
Los obstáculos regulatorios en EE. UU. han sido una barrera significativa. Históricamente, los reguladores han tratado los activos tokenizados con la misma precaución que las criptomonedas, lo que ha llevado a muchas instituciones financieras a centrarse en otras tecnologías, como la inteligencia artificial. Sin embargo, como informó Bloomberg, el cambio regulatorio anticipado bajo la administración del presidente electo Donald Trump—que se espera adopte un enfoque más amigable con las criptomonedas—está proporcionando un nuevo impulso. La participación de actores importantes como BlackRock, Visa y Mastercard también está fomentando una adopción más amplia.
Este año ha visto avances notables en la tokenización. BlackRock lanzó un fondo del mercado monetario tokenizado, un hito mencionado en el informe de Bloomberg que ha alentado a otras instituciones a acelerar sus esfuerzos de tokenización. Visa introdujo una plataforma que permite a los bancos emitir tokens basados en fiat, y Mastercard integró su red de tokens con la plataforma blockchain Kinexys de JPMorgan, facilitando transacciones transfronterizas para empresas. Tether también debutó con una plataforma de tokenización, expandiendo su huella más allá de las stablecoins.
Estos desarrollos indican que la tokenización se está moviendo más allá de la experimentación hacia la implementación práctica. Por ejemplo, Kinexys de JPMorgan ya procesa alrededor de $2 mil millones en transacciones diarias, mostrando la escalabilidad de las soluciones financieras basadas en blockchain, según el informe de Bloomberg.
Boston Consulting Group estima que los activos de fondos tokenizados bajo gestión podrían crecer de $2 mil millones hoy a más de $600 mil millones para 2030. La cobertura de Bloomberg también enfatiza los beneficios de la tokenización, que incluyen una mayor liquidez al permitir la propiedad fraccionada, haciendo que los activos sean accesibles a un rango más amplio de inversores. Al aprovechar la blockchain, los activos tokenizados pueden reducir los costos de transacción y los tiempos de liquidación. Además, la programabilidad de los tokens de blockchain permite procesos automatizados, como arreglos de escrow, que mitigan el riesgo de contraparte.
A pesar de su potencial, la tokenización enfrenta críticas. Los expertos de la industria advierten contra la sobre-tokenización de activos que pueden no beneficiarse de la digitalización. Los activos tokenizados mal valorados o ilíquidos podrían exponer a los inversores no sofisticados a pérdidas significativas. Si bien el panorama regulatorio está mejorando, las reglas poco claras continúan planteando desafíos. Bloomberg destaca las preocupaciones de que algunas clases de activos, como bienes raíces o valores públicos, pueden no obtener ventajas significativas de la tokenización. Por ejemplo, poseer una fracción tokenizada de una pintura de Picasso carece de los beneficios tangibles de disfrutar la obra de arte.
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