Los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos han comenzado a caer, lo que marca un cambio de tendencia después de un período de crecimiento sostenido. El Dow Jones Industrial Average, el S&P 500 y el Nasdaq Composite han experimentado pérdidas en las últimas sesiones bursátiles. La caída se atribuye a una combinación de factores, entre ellos las preocupaciones por el aumento de la inflación, las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal y la incertidumbre geopolítica debido a la guerra en curso en Ucrania. Los inversores se están volviendo cada vez más cautelosos a la hora de evaluar los posibles riesgos para sus carteras. Queda por ver cuánto durará la caída. Sin embargo, los inversores deben ser conscientes de las condiciones actuales del mercado y considerar la posibilidad de ajustar sus estrategias en consecuencia.