Bloomberg ha vuelto a lo que mejor sabe hacer: alimentar el miedo, la incertidumbre y la duda (FUD). Esta vez, el objetivo es Tether, el mayor emisor de monedas estables en la industria de las criptomonedas, y el arma es la presidencia de Donald Trump.

El último editorial de Bloomberg predice lo que sucederá cuando las políticas favorables a las criptomonedas de Trump choquen con las prácticas controvertidas de Tether. Pero llamemos a esto como es: un ataque a las criptomonedas, adornado con connotaciones políticas. Este tampoco es el primer ataque este mes.

Tether opera como un dólar digital, brindando a los comerciantes un refugio seguro frente a las monedas locales inestables y otras criptomonedas volátiles. Se supone que es simple: por cada token Tether emitido, hay un dólar real en reserva. Pero Bloomberg no lo cree.

Según el editorial, Tether opera más como un banco extranjero fraudulento que como una institución financiera transparente. Se dice que sus reservas incluyen Bitcoin, préstamos riesgosos e inversiones que nadie parece poder identificar completamente.

Agregue conexiones turbias a la receta. A lo largo de los años, el nombre de Tether ha aparecido en investigaciones que involucran a todos, desde hackers norcoreanos hasta gánsteres irlandeses y agentes de Hamás. Bloomberg señaló estas conexiones cuando acusó a Tether de permitir que miles de millones de dólares entraran y salieran del inframundo criminal.

Trump hace que Tether sea aún más grande

Es cierto que la administración Trump ha estado demasiado cerca de Tether. Su elección para secretario de Comercio, Howard Lutnick, tiene una relación directa con el emisor de la moneda estable a través de su empresa Cantor Fitzgerald, que posee una participación del 5% en Tether, lo que genera millones de dólares en tarifas de custodia e impulsa planes para prestar miles de millones de dólares a cambio de Bitcoin.

Para Bloomberg, este es el principio del fin. Bloomberg sostiene que cuanto más profundamente se integre Tether con Wall Street, mayor será la probabilidad de consecuencias catastróficas. Los volúmenes de operaciones se dispararon después de la elección de Trump, y Tether movió 4,6 billones de dólares sólo en noviembre.

Peor aún, el medio de comunicación sugiere que el crecimiento continuo de Tether podría convertir una caída de las criptomonedas en una crisis financiera en toda regla. Imagínese si las reservas de Tether, que ya están repletas de activos de riesgo, colapsaran. Bloomberg advierte que esto podría arrastrar a empresas como Cantor e infectar los mercados financieros tradicionales.

Pero espera, las cosas se ponen aún más interesantes. Bloomberg acusó a Tether de ser una herramienta criminal. Los fiscales federales han estado vigilando a la empresa durante años y el Departamento del Tesoro ha planteado la idea de sanciones que eliminarían por completo a la empresa del mercado estadounidense.

Por su parte, Tether niega haber actuado mal e insiste en que sus reservas están totalmente respaldadas. Sin embargo, con Trump de regreso en la Oficina Oval, Bloomberg sostiene que Tether podría prosperar de una manera que haga que estos supuestos riesgos sean imposibles de ignorar.

Bloomberg critica el plan de reserva de Bitcoin de Trump

Bloomberg no solo apunta a Tether como se mencionó anteriormente. También apuntaron al rumoreado plan de reserva de Bitcoin de Trump.

La idea, defendida por Trump y propuesta por primera vez por la senadora pro-criptomonedas Cynthia Lummis, implica que el gobierno de EE. UU. tenga 200.000 Bitcoins confiscados (por un valor de 20.000 millones de dólares) y compre otro millón de Bitcoins en cinco años.

Los partidarios lo comparan con la reserva estratégica de petróleo del país, que almacena petróleo para emergencias. Sin embargo, Bloomberg publicó un editorial a principios de este mes calificándola de "la mayor estafa criptográfica jamás realizada". El editorial argumentó que Bitcoin no tiene aplicaciones industriales, valor intrínseco ni conexión con la economía real.

En opinión de las agencias de noticias, no es más que un activo especulativo cuyo valor depende enteramente de las exageraciones del mercado.

Según Bloomberg, las reservas de Bitcoin del gobierno enriquecerán a los primeros poseedores, inflarán los precios y dejarán que los contribuyentes asuman las consecuencias. Financiar las compras significaría pedir prestado más dinero (aumentando la deuda nacional) o imprimir más dinero, alimentando la inflación.

Y si los precios de Bitcoin caen, las reservas podrían perder su valor, dejando a los gobiernos con un montón de tokens digitales inútiles. Bloomberg también advirtió que las reservas de Bitcoin podrían empujar a los bancos a profundizar más en las criptomonedas. Imaginemos a los bancos prestando dólares con garantía de Bitcoin, sólo para entrar en pánico cuando el precio baja.

El gigante de los medios dijo que esto podría conducir a otra crisis financiera, completada con rescates y rescates financiados por los contribuyentes. Y Bloomberg no ignora esta ironía. Se supone que Bitcoin se trata de liberarse de los gobiernos y los bancos.

Pero aquí estamos, con las instituciones financieras centradas en cabildear para obtener subsidios y apoyo gubernamental. Bloomberg lo llamó la máxima traición a la visión original de Bitcoin. Y eso no está mal.

El sesgo y el juego político de Bloomberg

La cuestión es: los motivos de Bloomberg pueden tener más que ver con una política dura que con el evangelio de Satoshi. La empresa, propiedad del multimillonario Michael Bloomberg, tiene un historial de críticas a ambos.

Verá, Michael es un demócrata y crítico de Trump desde hace mucho tiempo que odia las criptomonedas. Incluso se postuló para presidente en 2020 en una plataforma que incluía una fuerte campaña contra las criptomonedas.

Por lo tanto, no sorprende que el consejo editorial de Bloomberg esté aplicando con vigor la política criptográfica de Trump. Pero si bien las advertencias de Bloomberg pueden asustar a algunas personas, no cuentan toda la historia. Tether y Bitcoin han sobrevivido a situaciones peores.

La industria de las criptomonedas se nutre de la incertidumbre y cada vez que alguien declara su desaparición, se fortalece. En cuanto a Trump, es poco probable que dé marcha atrás. Sospechamos que el autoproclamado "criptopresidente" ni siquiera está pensando en Michael Bloomberg.